El pasado 5 de diciembre revivíamos un remake en toda regla de la comedia romántica "Novia a la fuga". Ni más ni menos. El torero Juan Ortega dejaba plantada a su novia unas horas antes de subir al altar. En concreto, justo 30 minutos antes que Carmen Otte, cardióloga y expromesa, llegara a la iglesia de Jerez de la Frontera, a Juan Ortega le entraron todos los calores, dudas, estrés, la impulsividad y la llamada de su señor santísimo le hicieron tomar la decisión: "que no me caso, ea". Todo el despliegue de la boda por los aires. Un arrebato que le salió caro, claro está, la lista contaba con 500 invitados, los cuales se enteraron de la tragedia por el padre de la joven, la familia política del torero reclamaban venganza, en concreto la cifra de 100.000€. Ya vemos que los toros no le dan nada de miedo, pero el compromiso lo hizo atemorizar por momentos. ¿Qué le pasó por la mente al torero para dejarlo todo en el aire? Exactamente, 52 días después, Juan Ortega ha roto el silencio y ha salido a torear la polémica.

Familia Juan Ortega Boda / GTRES

La noticia explotaba como la pólvora en el mundo de la crónica rosa, aunque los dos protagonistas fueran un poco desconocidos en el mundo televisivo, la fuga fue el plantón del siglo. Hoy, Juan Ortega se sentaba con Carlos Herrera para la Cadena COPE y así, romper el silencio un mes y medio después del alboroto. Sereno, tranquilo y mesurado, como en una plaza de toros, el sevillano declaraba el siguiente: "Al final, en esta vida con la sociedad en la que vivimos, la gente está acostumbrada a casarse o separarse. Pero en suspender una boda unos días antes no. Pero entiendo el follón que se haya formado. No me imaginaba que iba en levantar tanto revuelo" Ortega esperaba pasar desapercibido por la prensa, quería largarse por pierna, sin hacer ruido. "Tomar esa decisión unas horas antes con los invitados ahí... Entiendo el daño que puedas causar. El dolor, pues mira, hubiese tomado la decisión unas horas antes y habría sido lo mismo. No deja de ser una ruptura entre dos personas que se quieren" le explicaba el torero.

Entre todo esta explicación, nosotros queremos ir al grano. A la cuestión importante:cómo, cuándo, dónde, y porque tomó la decisión. "Lo asumo y pido perdón. No por la decisión en sí, sino el momento en el que la tomé (...)Tomé la decisión sabiendo las consecuencias que tenía. Yo lo entiendo así. Un matrimonio es lo suficientemente serio como para hacerlo con dudas. No quería traicionar a Carmen ni a mí mismo" Un pensamiento intrusivo que le refunfuñaba durante todo el proceso de preparación, pero no va cogió el toro por los cuernos hasta escasos momentos antes de decir el "Sí, quiero". "Al final es algo que tienes en mente, aquello no fue fruto de un arrebato, me considero a una persona templada. Me gusta pensar las cosas, sobre todo las decisiones importantes. Estaba solo en mi habitación. Llamé a Carmen. Luego en mis padres, y luego al cura. Al final era la persona que nos iba a casar" Ni rastro de un ápice responsabilidad afectiva.

El entorno del maestro aseguraban que ya arrastraba dudas de hace tiempo, una fiesta por todo lo alto, todos los invitados preparados, prensa y asistentes de talla. Todo este revuelo era una cornada demasiado grande para el torero. Pero la cancelación de la ceremonia comportaba - claramente - con la ruptura total de la pareja. "Pero lo de menos era la boda en esos momentos. Lo que verdaderamente importa es que se termina la relación cono una persona a la que quieres" Un mes y medio más tarde, se empezaban a sembrar una posible reconciliación entre los dos, después del escándalo, no es valiente: "Esa pregunta no té la puedo responder. Carmen es una persona a la que quiero mucho y no me podría perdonar volver a hacerle daño"

Juan Ortega / Instagram

Mucha plaza de toros, pero nunca se ha enfrentado a ninguna bestia que iguale la magnitud de la polémica. La próxima vez, se lo pensará mejor todo. A ver que chica se arriesga a quedarse plantación por segunda vez.