Ver por Telecinco el partido de este miércoles del Barça contra el Sevilla en las semifinales de la Copa del Rey fue una delicia. Y cuando digo ver me refiero estrictamente a este verbo. Sin sonido. Porque escucharlo, ya es otra cosa. En la cadena de Vasile pusieron a un Manu Carreño más partidista que nunca que con sus comentarios alentadores hacia el conjunto andaluz provocó vergüenza ajena a los espectadores, incluso, a colegas de profesión como Pere Escobar, Carles Castellnou, Jordi Eroles o Pitu Abril. O a un exculé, Juan Domingo "El Lagarto" de la Cruz, que lo puso en su sitio.
Para no tener que oir la miserable retransmisión de Carreño, Morientes y compañía y hacerse mala sangre, mucha mejor opción fue la que un servidor, y muchos culés, tomamos: escuchar la narración de El Barça juga a RAC1, con Joan M. Pou, Gerard Romero, Marta Ramon, Jaume Mullor y compañía. La troupe disfrutó de mala manera con la victoria azulgrana, especialmente, con la lógica locura desatada, evidentemente, con el gol del inmenso Piqué que daba paso a la prórroga.
Así se vivía in situ el gol del central, encima del césped, y así se escuchaba desde la cabina de Joan M. Pou:
"Gerard Piqué, el central con alma de delantero. ¡Este Barça sí! ¡Gol del Barça"!, esta era la euforia de Pou y el resto de integrantes de El Barça juga a RAC1 en el momento en el que Piqué marcaba el milagroso gol. Los culés, enloquecidos. Los sevillistas, deprimidos. Manu Carreño, dándose cabezazos contra la pared. Pero la derrota del Sevilla a manos del Barça ha hecho aflorar energúmenos a cascoporro en la red. Como en época de setas, cuando hay una victoria azulgrana como esta, tirando de épica y al límite del tiempo reglamentario, las huestes catalanófobas salen a pasear su bilis sin complejos. Y el bueno de Joan M. ha retuiteado un tuit de otro usuario, Bernat Castro, con una pequeña recopilación del odio que supura por la red en cantidades industriales.
El Puta Barça y puta Catalunya va que vuela. Con alguna otra referencia concreta a Piqué totalmente inaceptable. Pero cuando ellos van, Pou vuelve. La mejor respuesta que se les puede dar a personajes como estos y a estos insultos es la que ha escogido el locutor catalán. Dos palabras cargadas de finezza:
Una galleta con la mano abierta sutil y elegante.