Hay un despacho en Fuencarral donde hay alguien, en una de las plantas de bien arriba, que se está frotando las manos en estos momentos. Ese alguien es Paolo Vasile, que avista un nuevo viernes con un share descomunal para la nueva entrega de Cantora. La herencia envenenada, el culebrón en formato salvamesco donde se está explicando con todo lujo de detalles qué pasa con la herencia de Paquirri. ¿Por qué? Porque hoy se ha sabido la respuesta de Isabel Pantoja al requerimiento judicial interpuesto por los hermanos de su hijo.

Kiko Rivera (Telecinco)

La cosa se pone fea, y de qué manera. Justo el día que Kiko Rivera está de luto por la muerte de su suegro, el padre de Irene Rosales, la tonadillera ha respondido de manera contundente a Fran y Cayetano Rivera, que pretenden obtener algunos de los objetos personales (trajes de luces y otros) del difunto torero, y que el pasado mes de agosto Kiko Rivera asegura que vio amontonados en una cámara secreta de Cantora.

Isabel Pantoja (Telecinco)

Kiko, Fran y Cayetano Rivera (@cayetanorivera)

Tiempo atrás, la Pantoja aseguró que durante un robo, se habían llevado todo lo que era de Paquirri, teoría desmontada por Kiko con su testimonio de lo que vio. Al saberse, los dos hijos de Paquirri y Carmina Ordóñez emprendieron acciones legales contra la cantante, como símbolo de lucha de la memoria y la última voluntad de su padre. Pero las cosas no serán fáciles. La Pantoja tenía 48 horas para responder al requerimiento, y justo antes del vencimiento del plazo, ha respondido. Y vaya si lo ha hecho. Un "No acepta" como una casa de payés. Los hermanos Rivera le exigían que les devolviera "lo que les pertenece'', pero ella continúa en sus trece: "la artista aduce que la petición se basa en un documento privado de 1987 -el cual asegura no recordar haber firmado- y se remite a la escritura de partición. En dicha escritura de partición no figuran estos enseres ya que solo aparecen los bienes con un valor económico y no sentimental", escriben en ¡Hola!.

Isabel Pantoja y Kiko Rivera (GTRES)

Veremos si la sangre llegará al río o no. Tenemos caso Cantora para rato.