La vida al revés, para el cocinero y showman de La Sexta Alberto Chicote. Tras pasar cinco temporadas recorriendo el Estado para cambiar restaurantes que son una "pesadilla", ahora la pesadilla la vivirá él en persona, ya que 22 de estos negocios unirán fuerzas para demandarle.

La iniciativa hace meses que se está gestando, y se ha escogido este jueves para hacerla pública porque será éste el día de emisión del último programa, y además coincide con Fitur, la Feria Internacional de Turismo que tiene lugar en Madrid.

Las impulsoras son Manoli, propietaria del restaurante Irlanda en El Ferrol (Galicia), y Sole Álvarez, del Café Zamora de la ciudad castellana. Esta segunda, de hecho, ya tuvo problemas con Chicote durante la grabación y posterior emisión del programa, hasta el punto de que el cocinero se fue del restaurante sin haber acabado el trabajo, en una situación inédita hasta el momento... y que supuso un récord de audiencia.

Sole ya lo confesó hace unas semanas en La Opinión de Zamora: "El programa está manipulado (...) Chicote hace promesas incumplidas y vejaciones". Así, añade, "Al final, en Pesadilla en la cocina sólo se puede lucir Chicote; no se nos enseña nada de cocina y firmas un contrato que si incumples te obliga a pagar una indemnización que te arruinaría toda la vida".

Sole y Manoli han encontrado complicidades entre otros negocios tocados por Chicote, y ya son 22 -o hasta 23- los que se unirán tras la Asociación de Afectados por Pesadilla en la cocina. Además de los restaurantes ya mencionados, en la entidad habrá otros como La Concha (Huelva) o La Reina del Arenal (Bilbao). El resto se conocerán este jueves.