Nueva temporada televisiva y radiofónica en la esquina. Mañana 4 de septiembre es día de estrenos en la radio del país, con un cambio sustancial que hace meses avanzaba EN Blau en exclusiva y que ya es una realidad más que plausible. Catalunya Ràdio decía adiós de manera fulminante a Laura Rosel y hacía una apuesta firme por el retorno de Ricard Ustrell. Con el imponente encargo de ponerse al frente de El matí de Catalunya Ràdio en un espacio y una franja, la de las mañanas, en la que la pública necesita que la audiencia se reavive con urgencia.
Ya hace demasiado que RAC1 y Basté lideran con solvencia, sin ningún tipo de tregua para los predecesores del sabadellense. Hay que renovar y los cartuchos para gastar se agotan, pero la determinación final de la corporación en busca del acierto podría ser la inequívoca. Ustrell vuelve a casa seis años después de que se marchara de El suplement y después de una prolífica etapa a la televisión que tampoco cesa. Seguirá presentando Col·lapse a TV3 los sábados por la noche, pero ahora con el añadido de conectar con los oyentes del lunes del viernes a las seis de la mañana. Un reto mayúsculo sobre el que el comunicador ha querido reflexionar en las horas previas. Palabras emocionantes y cargadas de intención.
Una reflexión que remite a Puyal y la voluntad de hacer las cosas bien
"Dentro de pocas horas será lunes y serán las 6 de la mañana", empieza Ustrell. Quedan horas para que arranque una etapa llena de expectativas en qué tanto él como su equipo han preparado a conciencia. "Empezará una nueva etapa de El matí de Catalunya Ràdio, que afronto con mucha ilusión y con muchas ganas, agradecido por la oportunidad y por el privilegio que supone poder volver a trabajar a la radio pública del país. Cuando el director, Jordi Borda, me propuso ponerme al frente del programa matinal de la radio, enseguida me devolvió una especie de nervio interno, una sensación magnífica y reconocida". Y es que, como ya anticipábamos y él mismo reconoce, se trata de un "reto apasionante y complejo", lo cual hizo que él mismo pusiera sobre la mesa que hacían falta "la confianza y los recursos" para poder aceptar.
El periodista remite en metáforas a un mito de la profesión: "Joaquim Maria Puyal decía que la vendimia siempre vuelve (...). Este motivo empírico me ha sido muy útil para afrontar este nuevo Matí. Se suma la comodidad con la que he trabajado con la dirección de Catalunya Ràdio para encontrarnos de nuevo. He constatado, y espero no equivocarme, unas ganas y una voluntad clara de ponernos de verdad, hacer alguna cosa más y recuperar aquello que sembraba cada año Puyal". De hecho, él mismo reconocía en el acto de presentación de la nueva temporada de TV3 como, de alguna manera, sí que se percibe como una vuelta en casa. Como cuando vas a casa de la abuela y sabes de antemano dónde tiene las galletas, bromeaba.
Crítico, pero esperanzado: "las circunstancias no son las óptimas"
El texto de Ricard Ustrell no está vacío ni vende falsas utopías. "Soy consciente de que lo que viene en frente no será fácil. Además, las circunstancias actuales del país no son las óptimas. Convivimos con una maltratada cultura, reina un ambiente más bien estéril, a menudo de pocos significados y demasiado significarse. Catalunya, a veces amuermada y a veces desconfiada, se distrae", expresa. Unos pensamientos que no son incompatibles con la sospecha de cómo es de esencial "seguir siendo plurales y sensibles, críticos y constructivos. Habrá que cuidar la lengua (...). Y con todo eso hará falta no perder de vista nuestro principal propósito —a mi entender—, el de acompañar a mucha gente".
Compromiso que requiere la confianza de los receptores. "La voluntad es la de hacer que vuelvan a pasar cosas en Catalunya Ràdio". Veremos, pues, si es cierto aquello que la vendimia siempre devuelve.