Un famoso y reconocido humorista inglés, Ricky Gervais, le ha borrado la sonrisa de la cara a los defensores de la tauromaquia. Lo ha hecho a través de un tuit incontestable y lapidario, en la que hunde el corto argumentario tradicionalista del mundo taurino. Gervais no compra las tonterías habituales del colectivo: Ni tradición, ni cultura, ni religión. Es una salvajada. "Fucking wrong". Y por si quedaba alguna duda, lo acompaña con una fotografía muy explícita que explica a la perfección lo que pasa con centenares de animales en las plazas de toros.

No es ni mucho menos la primera manifestación pública del guionista y músico sobre la llamada como fiesta nacional española, habiendo sido muy criticado por opinar de forma polémica después de la muerte de toreros como Ivan Fandiño a manos de un animal "que se estaba defendiendo". Es el argumento clásico para desautorizarlo, aunque su mensaje se extiende por todo el mundo a gran velocidad, recibiendo la solidaridad de todos aquellos que se oponen al maltrato animal.

Quizás sería más fácil si el taurinos aceptaran la cruda realidad. No es cultura, no es tradición. Es, sencillamente, que disfrutan con el padecimiento de los animales como entretenimiento. Un espectáculo: Unos pagan la entrada por ver asesinar animales y otros, por ver a humoristas como Gervais. Las diferencias entre ambos saltan a la vista.