Susanna Griso ha vuelto a ser cómplice, y al mismo tiempo víctima, de la deriva a la derecha y la ultraderecha de su cadena, Antena 3. Espejo público es el que dura más y tiene más posibilidades de hacer el ridículo. La TV del grupo catalán Planeta es la más hostil con el Gobierno de Pedro Sánchez. Todos los programas tienen la misma línea editorial antigubernamental. Vicente Vallés haciendo el informativo más visto convierte cada noticia en un editorial contra Sánchez. Un programa familiar como El hormiguero ha cambiado las secciones divertidas por tertulias monocolores fachas contra el Gobierno progresista. Sonsoles Ónega por la tarde no esconde su sesgo a favor de un gobierno de PP y Vox. Y Griso es una más de la maquinaria, haciendo masajes a Isabel Díaz Ayuso y a Feijóo en días alternativos. Esta vez, sin embargo, es más grave por lo que significa, difundiendo fake news de ultraderecha sin contrastar. Este es el mensaje de twitter donde se difundía el vídeo, con la bandera de España habitual de los tuits de extrema derecha y el texto "Ahí tenéis al magrebí de turno celebrando el ascenso del Málaga. A ver quién adivina qué se está percutiendo":

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Griso y la falsa zoofilia en Málaga, Antena 3
Griso y la falsa zoofilia en Málaga, Antena 3

El programa de Griso ha organizado un debate sobre zoofilia emitiendo en bucle durante 5 minutos un vídeo difundido por una cuenta de twitter de ultraderecha que promocionan en pantalla: All Right España. La cuenta de twitter racista asegura que en el vídeo aparece un chico magrebí en Málaga practicando sexo con una cabra. En el vídeo no se ve ni que el chico sea magrebí ni a la cabra. Pero en Espejo público les basta con una cuenta de ultraderecha para darlo por bueno. Resulta que el chico, un vecino de Málaga, mantenía sexo con una chica, como se comprueba con imágenes vistas desde otra perspectiva que también corren por las redes. Así lo han testificado también amigos del chico malagueño que celebró el ascenso de su equipo con su pareja al aire libre. Pero Griso hace el ridículo diciendo: "Un joven mantiene relacionas sexuales con un animal". Y para empeorarlo, mientras hablan del caso de zoofilia real que sucedió en la Universidad de Madrid emitían en pantalla partida el vídeo del chico y la chica en Málaga. Y Griso diciendo que la chica era en realidad una cabra. Es muy lamentable y, sobre todo, es repugnante y de extrema derecha porque el único objetivo es estigmatizar a los inmigrantes.

Pantalla partida con una zoofilia inventada y una real, Antena 3
Pantalla partida con una zoofilia inventada y una real, Antena 3

El programa acumula ya demasiadas polémicas y el problema mayor, aparte de la pareja a los que califican de violador de cabras y de animal bovino, lo tiene Susanna Griso. La catalana hace casi 20 años que da la cara por este programa y se la rompe pero no es la directora ni la productora, no decide sobre los contenidos y tiene un equipo que es quien debe confirmar si un tuit es real o una trola. Una buena estrategia es consultar la fuente: quién emite el vídeo. En cualquier redacción al saber que proviene de una cuenta que difunde odio a los inmigrantes les haría sospechar. Pero no a Espejo público, que confían más en la ultraderecha que en sus propios ojos. Griso va a ciegas, ¿que toca hablar de zoofilia con un vídeo falso? Pues 5 minutos más de programa. La presentadora ha confesado hace poco "Después de 19 años es bueno hacer algo que no controlo, que vas un poco en ciegas". Que vaya con cuidado, que conducir a ciegas la llevará a estrellarse. Va perdiendo credibilidad.

Susanna Griso, Antena 3
Susanna Griso, Antena 3

Griso es cómplice de esta manera de hacer TV y al mismo tiempo víctima. Nadie conoce al director del programa o el redactor de la noticia o la persona del equipo que sigue una cuenta de twitter repugnante. Pero todo el mundo sabe quién es Susanna Griso. Ella acepta trabajar así. Las víctimas aquí son dos jóvenes de Málaga y todo el colectivo de inmigrantes a los que relacionan con la zoofilia para provocar aversión y asco a los marroquíes. El debate que tendría que montar no es sobre zoofilia sino sobre ética periodística.