Nadie sabe exactamente qué pasa con un jugador que tiene todos los números y capacidades para ser un crack azulgrana, pero que por el motivo que sea, no acaba de explotar y lo que es más significativo: ninguno de los entrenadores que ha tenido en el Barça parece que haya confiado plenamente en él. Todo lo contrario. El ostracismo que está viviendo Riqui Puig en el Barça, con respecto a minutos jugados, es de los que son difíciles de explicar. Desde que llegó de las categorías inferiores y su nombre estaba en boca de todo el mundo, no ha tenido continuidad ni se ha hecho con un lugar en el once titular. De hecho, cuando juega algunos minutos saliendo desde el banquillo, es la excepción.
Que el de Matadepera juega poco, es una obviedad. Ni Valverde, ni Quique Setién, ni Koeman ni ahora Xavi han contado demasiado con él. Desde que debutó con el Txingurri a los 19 años, parecía que se iba a comer el mundo, pero no hay manera. Y cuando sale, todos los ojos puestos en él, con la dificultad que comporta no tener continuidad y tener que estar brillante cada vez que pisa el césped y toca el balón. La explosión de Pedri y la llegada fulgurante de Gavi o Nico, así como la mejora de Frenkie de Jong, le han cerrado las puertas. En el Barça es muy fácil caer en gracia... y en desgracia. Pero él mantiene la calma y sigue trabajando duro. Tal como explica Iván San Antonio en el Sport, "Xavi está encantado con él, entiende que lo está dando todo en cada entrenamiento y le ha animado a seguir así. El jugador ha respondido acudiendo a las sesiones voluntarias. El técnico le ha hecho ver que la competencia en la medular es feroz, pero cuenta con él y le pide que no se rinda".
Que tenga paciencia. Sea como sea, no pierde el humor y siempre luce su sonrisa de oreja a oreja. Y ahora, todavía más al quedarse sin palabras por lo que ha visto en el cuerpo de un fan, probablemente conocido suyo, que lo habrán emocionado en estos momentos difíciles. Riqui no lleva tatuajes, si más, no, no lleva de visibles. Quien en cambio sí que tiene, y muchos, es alguien que él conoce. Un hombre lleno de tatuajes espectaculares, como los que luce en su brazo derecho en esta imagen de Instagram.
Ahora, sin embargo, ha mostrado qué se ha hecho en el brazo izquierdo, que también está lleno de tatuajes. Una imagen que Riqui Puig ha compartido en un Stories en la red social, y que seguro que le ha hecho muchísima ilusión: un dibujo situado al lado de otros como una balanza de la justicia o un bol de cheerios. Estamos hablando de un cubo lleno de palomitas con una frase: "Sin fallos y narinan", suponemos, abreviatura de ir yendo, de no desfallecer, de seguir intentándolo. Y dos iniciales en el cubo, una R y una P, de Riqui Puig. Como él mismo le dice en un mensaje: "No mistake, mito" (ningún error, mito):
Confiamos en que Riqui Puig todavía tiene muchas cosas que decir vestido de azulgrana y que llegará el día que los culés nos pondremos a comer palomitas viendo cómo juega con el Barça. Tiempo al tiempo, y como dicen, narinan.