La TV es un circo donde a veces los domadores hacen de fieras. O de payasos. Risto Mejide ha traspasado algunas líneas rojas con una colaboradora de su programa y de El Nacional: Bea Talegón. Esta semana no le han respetado la colaboración semanal en Cuatro para poder probar a nuevos tertulianos, como Antonio Baños o Josep Cuní.

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Pero la mañana del jueves el equipo de las productoras (Minoría absoluta y La Fábrica de la Tele) han pedido a Talegón que conteste por teléfono, y gratis, la siguiente pregunta "¿Qué te parece la imputación de periodistas por la filtración del sumario de los CDR?".

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Risto Mejide ha puesto el audio  de la respuesta de Talegón para acabar desafiándola: ""Pero por qué no llamas al programa, Bea Talegón. Lo que tienes es que contestar sobre tu implicación en el sumario de los CDR. Llama ahora, Bea". El juego sucio es doble: 1) Afirma que Bea Talegón se niega a hablar de una conversación de un CDR que aparece en el sumario hablando de Talegón cuando eso no es lo que le ha preguntado el equipo de TEM. 2) La deja por cobarde diciendo que no es capaz de llamar al programa en directo para aclararlo. El problema es que el programa ERA GRABADO.

Se tiene que ser muy tramposo para desafiar a alguien diciendo que llame sabiendo que es imposible porque el programa se graba. De hecho Risto ya no ha aparecido después de la última publicidad porque se iba en AVE o puente aéreo, a pasar 4 días a Barcelona con su mujer y su hija acabada de nacer. El lunes quizás se tiene que disculpar con Bea Talegón pero el mal ya está hecho.

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Mejide no da más de sí. Es el mago de bar de barrio a quien se le ve el truco. Hace un programa grabado escondiendo que es grabado y se le ve el cartón. Todo es mentira, empezando por el propio programa, simulando un directo. Risto ha mentido a sus espectadores haciendo ver que era directo interpelando a Talegón. Al domador del circo le cae la carpa encima. Se pilla antes a un mentiroso que un cojo.