Risto Mejide parece otra persona... a veces. Su nombre ha sido sinónimo de jurado duro desde que se dio a conocer, famoso por sus sinceras -y a menudo crueles- intervenciones. La participación en Operación Triunfo le convirtió en toda una estrella, ligándose su nombre a los talents shows y creándose una gran expectación antes de que diga la suya. Pero últimamente está mostrándose mucho más suave.
Sus valoraciones parece que no van a hacer daño como antes, estando aparentemente más tranquilo. Una sensación que queda patente en muchos comentarios en la red, aunque de vez en cuando va protagonizando alguna escena que vuelve a hacer pensar que sigue siendo el mismo. La semana pasada, de hecho, dejó en ridículo a un concursante comparando su talento con el agua de un vaso que se derrama. Y en el programa de este miércoles atacó a otro: "Gracias por venir pero no hacía falta. Yo no sé si eres un genio, lo que sí que sé es que eres un jeta. Porque venir aquí y hacer lo que has hecho es tomarnos el pelo. No sé ni por qué has venido".
Risto, sin embargo, ha adaptado un papel en general mucho más suave y tranquilo. Amoroso y tierno, el publicista parece que ahora intenta valorar con otro tono. Un redactor de Fórmula TV le ha preguntado precisamente por eso, dando Risto su versión: "Yo no estoy aquí para ser duro o blando, sino para dar mi opinión, mi verdad. Cuando alguien dice lo que piensa en la cara es un villano, pues soy un villano. El problema es que en este país está mal visto decir las cosas en la cara, es mejor ser un falso. Pues yo no lo soy, yo prefiero decir lo que pienso -con tacto o no- a la cara".
Su papel a Factor X es, seguramente, el que más expectación tiene. Sólo hay que recordar la morbosidad que había detrás de su reencuentro con Jesús Vázquez. Después de ponerse verdes en OT hace diez años, han empezado esta nueva aventura televisiva juntos con un abrazo y olvidando el pasado: "El encuentro con Jesús ha sido muy auténtico. No hay morbo, la cadena sabiamente decidió mantenernos separados durante 10 años y al final ha habido un encuentro muy natural. Yo estoy encantado, es de los mejores presentadores de televisión que hay en España y yo no lo hago mal como jurado, somos un buen tándem".
Telecinco
La entrevista que ha concedido Risto ha reforzado esta nueva imagen que quiere mostrar, charlando cómplice con el periodista y mostrándose incluso humilde: "Nunca me habría imaginado estar ligado al mundo de la televisión. De hecho todavía me sorprende que me sigan contratando en programas porque la tele es una cosa como muy efímera. En mi vida lo básico es trabajar con marcas, y tele ha sido uno más a más. Me ha dado otra visión de los medios y me siento más profesional ahora que antes. Pero todavía me sigue flipando porque yo me sigo viendo como un publicitario que a veces trabaja en platós de televisión". Porque ¿qué papel cree y quiere tener Risto?: "Lo que me planteo es ayudar a la gente a tener visibilidad. El hecho de que yo sea muy bueno o muy malo con alguien hace que le dé mucha visibilidad. Quiero pensar que soy de ayuda".
Uno de los concursantes a quienes martirizó, casi, durante el concurso de OT fue a Pablo López. Pero ahora está triunfando por toda España, ante lo que Risto ha confesado haberse equivocado con él: "Sigo pensando lo que le dije. Lo que hacía en el concurso era lo que le impedía ser Pablo López. Yo sabía que él tocaba en un grupo que yo conocía y cuando lo veía en OT haciendo lo que hacía decía: "Pero ¿qué está haciendo?"".
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"Pero ahora tengo una relación extraordinaria con él y me alegro de que esté triunfando. Ahora voy a sus conciertos, imagínate cómo han cambiado las cosas. Aunque reconozca que me equivoqué, ¡ojalá me hubiera equivocado muchas más veces porque tendríamos el país lleno de gente buenísima!", asegura.
¿Está cambiando Risto? ¿Es ahora más suave? ¿Tiene su mujer Laura Escanes alguna cosa que ver? ¿O se trata todo de un teatrillo?