En Mediaset se observa desde hace tiempo un fenómeno que no se ve en el resto de cadenas. Todo vale por la audiencia. Y Vasile tiene el share entre ceja y ceja desde que se levanta hasta que se pone el pijama. Todo vale por la audiencia, sea individualmente o colectivamente. Y si para conseguir buenos resultados, los diferentes programas del mismo grupo se tienen que lanzar los platos a la cabeza, pues avanti. En Telecinco hace tiempo que no nos extraña si el colaborador de un programa critica al presentador de otro, o si un tertuliano le dice de todo a otro de la misma cadena. El chismorreo constante y alargado en su parrilla televisiva es terreno donde abonar el mal rollo y las disputas, con Sálvame en el epicentro de todos los terremotos. La competencia ni existe. Ten a tus amigos cerca, pero aún más cerca a tus enemigos. Y en Mediaset a menudo parece como si el enemigo estuviera en casa.

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Telecinco

Desde hace unas semanas, eso se ha extrapolado a las dos cadenas del mismo grupo. Desde la llegada del Todo es mentira de Risto Mejide, uno de los temas estrella del programa que más réditos les proporcionan son los recaditos que se envían el presentador del programa de Cuatro con Eduardo Inda, colaborador estrella de Ana Rosa, y ridiculizado con creces por TEM. Incluso, una reportera de Cuatro va a menudo a la salida del plató de El programa de Ana Rosa para que Inda responda.

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Cuatro

Ahora Cuatro se ha apuntado a la moda de que un presentador se las tenga con un colega de cadena. Incluso, la tensión se ha producido entre dos personas que se dan paso el uno a la otra. ¿Quizás han puesto un poco de show en beneficio del share? Puede ser. Pero conociendo que Mejide no se casa con nadie, sean del mismo grupo o no, parece que lo que ha pasado este lunes entre él y Carme Chaparro, presentadora de Cuatro al día, tiene más de veraz que de paripé. Y con Juan Carlos Monedero en el centro de la reyerta dialéctica. Y todo, por una tuna.

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Cuatro

"¡Ay, ay,ay,ay, canta y no llores! Porqué cantando se alegran cielito lindo. Los corazones". Quizás se alegran los corazones. Pero ni Monedero ni Chaparro tenían ganas de reírse con la ocurrencia del programa que los precede. Risto Mejide y Monedero se las tienen desde hace tiempo, cuando el cofundador de Podemos se negó a analizar los resultados de su exformación acusando a Mejide de haberle mentido y portarse mal con él. "Si me acusas de mentiroso ten la decencia de decir en qué te he mentido", le rebatió Risto. A partir de aquí, pullitas del uno al otro, con un regalo envenenado incluido, cuando le enviaron unos mariachis a la universidad: "Se cree con derecho a interrumpir mis clases. España tiene muchos problemas como para que montemos un debate entre Risto y yo para que su programa tenga audiencia".

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Cuatro

Este lunes, cuando acababa Todo es mentira y empezaba Cuatro al día, no fueron unos mariachis, sino una tuna. Risto aparecía acompañado de un grupo de universitarios entrados en edad dispuestos a cantarle "Clavelitos" a Monedero o a enviarlos al plató donde colabora cada tarde. Pero Chaparro no comulga con la ocurrencia: "Monedero tiene todo el apoyo tanto mío como del espacio en el que colabora. Si él me dice que no, esa tuna no entra por la puerta. Además, ya te has pasado cuatro minutos de tiempo. Y si no, ven tú". La cara de Risto lo dice todo: "No, que venga él y así nos repartimos la audiencia”.

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Cuatro

Mejide contraataca recordando que Monedero ha dicho que su programa es "basura", y cuando Chaparro quiere cortarle y empezar su programa, el publicista le para: "Como compañero te pido que no me dejes con la palabra en la boca". Chaparro insiste: "Ya os habéis pasado cinco minutos...". Pero Risto tiene respuesta para todo el mundo: “Te los apunto en la cuenta. Pues nada, adiós”. I Chaparro remacha: “Igual que nosotros hemos entrado en su programa esperamos que él entre en el nuestro”.

Veremos qué se dicen esta tarde cuando vuelvan a conectar.