Aunque Cuentos chinos ya es historia, el programa más efímero de Jorge Javier Vázquez —sin tener en consideración las tres y únicas emisiones de un Cámbiame Prémium que prácticamente nadie recuerda— sigue siendo un tema recurrente de conversación. En la red, pero parece que también en la televisión. Y es que, de hecho, ha sido uno de los programas de La Fábrica de la Tele, la misma productora del formato cancelado y de otros míticos como Sálvame, el que sorprendentemente hacía alusión al fugaz paso por pantalla de un espacio que pretendía hacer la competencia en El Hormiguero de Pablo Motos con el esperadísimo retorno del badalonés y que ha tenido que conformarse con diez emisiones.
El inesperado dardo de Risto por la cancelación de 'Cuentos chinos'
Nos referimos a Todo es mentira, el satírico programa diario que Risto Mejide presenta en Cuatro y que hasta la semana pasada compartía uno de sus colaboradores con el formato defenestrado de la cadena. Y es que entre la sarta interminable de caras conocidas como Susi Caramelo, Celia Villalobos o Anabel Alonso con quienes Vázquez quiso contar, también estaba el cómico Antonio Castelo. Por suerte, este último mantiene su trabajo en las sobremesas de la hermana pequeña de Telecinco. Fue precisamente en una de sus intervenciones en la emisión del pasado 3 de octubre que el 'cross over' más inesperado tenía lugar después del abrupto adiós, sin despedidas, de los cuentos chinos de los que hablamos.
Mejide introducía unos de los temas de la tarde: los senolítics. Por abordar la cuestión de estos fármacos, que se utilizan con el objetivo de eliminar las células muertas que provocan el deterioro asociado a la edad, el también jurado de Vaso Talento empezaba su intervención diciendo el siguiente: "Puede que la vida eterna esté cada vez más cerca. O casi. Hay unos fármacos que aseguran que podrían hacernos vivir hasta los 140 años". Era entonces cuando Castelo intervenía, haciendo ironía, y aseverando que eso es "lo que duran, más o menos, dos programas de Todo es mentira en mi cabeza". La respuesta del publicista no se ha hecho esperar, y con sorna ha tirado un dardo envenenado en el aire. "O toda la temporada de Cuentos chinos". Después de eso, el silencio más sepulcral cubría todo el plató. Nadie se atrevía a decir nada, a excepción de un "uau" de Virginia Reizu.
Jorge Javier se despide del programa asegurando que le ha dolido defraudar
"Me decían que la lucha iba a ser dura pero yo, optimista redomado, siempre contestaba que menos de lo que pensábamos. Que después de tantos años haciendo televisión seríamos capaces de conectar de nuevo con el público", ha explicado a su blog de la revista Lecturas, en qué también afirma que "jamás se me pasó por la cabeza que el programa pudiera llegar a ser cancelado". "La responsabilidad puede llegar a convertirse en tu peor enemigo", sentencia. Una trayectoria dilatada que, desgraciadamente, no le ha valido demasiado en esta ocasión.
Se despide Cuentos chinos, pero Jorge Javier no ha sido despedido. Tiene contrato de cadena hasta el 2025. A partir de entonces, quién sabe qué nuevas oportunidades le presentará el futuro.