Se han convertido en la gran pareja de enemigos irreconciliables del panorama del periodismo televisivo. Risto Mejide y Eduardo Inda se pelean semana tras semana, especialmente desde que el publicista empezara la aventura del Todo es mentira en Cuatro. El colmo de su antipatía llegó con la agresión que fingió, como si del futbolista más tramposo se tratara, el director navarro de Ok Diario. Aquello le dolió en su orgullo, y ha ido masticando su venganza. Venganza made in Inda y con retranca: Acaba de publicar una conspiración de Mejide para acabar de hundirlo, y más concretamente, darle "la hostia definitiva".
Mediaset
La novela es fiel reflejo de la retorcida mente de un maestro de las cloacas. Tenemos (supuestamente, claro está) a un detective privado contratado por Risto, un falso extrabajador del diario del polemista, y unos vídeos que demostrarían el juego sucio del catalán para conseguir información sensible sobre Inda. La conjura, sin embargo, fue heroica y astutamente descubierta por el maestro Eduardo. El falso extrabajador ni era falso, ni era extrabajador, sino que forma parte de la redacción del diario y fue recabando información del detective, que aseguraba que estaba contratado para "humillar a Inda". La conversación entre los dos protagonistas fue "grabada" y documentada al más puro estilo de Ok Diario, asegurando que Risto había dado órdenes al detective para prometer al informante "un trabajo en el programa o en alguna de sus empresas. En principio se te podría colocar"
El serial de Inda tiene cierto tufillo, como es habitual, y se basa en la provocación pura y dura. De hecho, Mejide ha compartido un vídeo en el que es abordado en la calle por un equipo de Ok Diario, a lo que el de Cuatro responde con irónico agradecimiento por la munición. Ya lo había hecho con anterioridad, recibiendo el apoyo de sus incondicionales, como Laura Escanes.
@ristomejide
Eduardo Inda, el guionista, ha vuelto a colocar una de sus tramas. A Risto ya le va bien, después del éxito de su último programa, un especial sobre "las cloacas del periodismo". Muy bien traído todo, ¿verdad?