Risto Mejide ha cogido una curiosa y no muy recomendable costumbre, la de empezar el año de mala manera. 2023 fue así, con batacazo histórico de audiencia en las campanadas, una pelea con Ana Obregón y lesionándose una mano. 2024 parecía más propicio: sin posibilidad de estrellarse contra la Pedroche y compañía, con el marrón del traspaso del 'Todo es mentira' solucionado y, lo que nos ocupa este lunes 15 de enero, enamorado hasta el tuétano. La relación con Natalia Almarcha, la farmacéutica manchega residente en Valencia que conoció en Instagram, parecía estable tras etapas de pasión, riñas, separaciones y reconciliaciones. Todo funcionaba, con una Natalia cada vez más familiarizada con el mundo de los famosos, sin perder de vista sus objetivos personales.
Sin embargo, los nubarrones negros que han acompañado la singladura amorosa de esta dupla no se han acabado de esfumar nunca. El desequilibrio entre dos personas de mundos muy alejados, por no hablar de las dos décadas de diferencia, han puesto un montón de palos en las ruedas del carruaje de Cupido. Se han salido de la carretera unas cuantas veces, a veces porque Mejide habría invitado a más amigas a sumarse a la fiesta, otras porque el presentador pasaba de todo y más que de una novia, le otorgaba una especie de papel de groupie. Acusaciones, por ejemplo, de tacaño, de pasota, de clasista incluso. Es lo que puso sobre la mesa la periodista catalana Laura Fa hace meses, cuando la relación saltaba por los aires y Almarcha volvía con su ex pre-Risto. A pesar de aquella tormenta, sin embargo, acabaron reconciliándose. Eso sí, estuvieron a puntito.
Desgraciadamente para los amantes de esta pareja, tenemos que servir de correa de transmisión de una nueva exclusiva de las Mamarazzis Laura Fa y Lorena Vázquez. Ahora sí que sí, se ha acabado. Y esta vez, aseguran, va de veras; el golpe es definitivo y no hay marcha atrás. Es lo que explican a través de fuentes próximas a la joven, ajetreadísima con su farmacia en Náquera, una pequeña localidad próxima a Valencia, pero que también tiene tiempo para subir contenido jugoso en las redes sociales. No se corta: hace promoción de sus proyectos, comparte pequeños momentos de su vida, luce look y perro ("mi bebé") y si hace falta, zurra a Risto. Memorable fue la réplica en la primera ruptura anunciada por Mejide, que dejaba caer cosas feas. Quizás no tan contundente, pero revelador, es lo que acaba de colgar y sirve de epitafio más que probable de su historia: "Abriendo los ojos se aprende más que abriendo la boca".
Las periodistas explican que este fin de semana, que supuestamente iba a ser tranquilo y en familia, ha acabado con Natalia largándose, dando un portazo atronador y poniendo el punto final a las idas y vueltas. "No se siente bien tratada ni valorada por un Mejide cuyo fuerte carácter no es novedad para nadie. Por este motivo, Natalia Almarcha ha decidido cortar la relación de una vez por todas". Se habla de viejos problemas que no se han solucionado: "Siempre ha sido ella quien tenía que desplazarse a Madrid para llevar una vida en familia junto al presentador y sus dos hijos. En cambio, de regreso en Valencia, el apoyo e interés del periodista brillan por su ausencia – incluso después de que la joven haya emprendido su propio negocio con la apertura de una nueva farmacia". Risto va de vuelta en la vida, su ilusión y compromiso flaquean. Bye bye, Almarcha. O hasta pronto, que nunca se sabe con vosotros.