Sorpresa: Risto Mejide y Toni Cruanyes tienen una conexión inesperada. No esperen ninguna obviedad, como el hecho de ser catalanes o presentadores de televisión de éxito. Tampoco que sean ambos del año 1974, es decir, que tengan 48 tacos. Hay una evidencia que acaba de salir del horno y que nos deja de piedra. Se parecen en el físico. Sí, sí. Respiren, no se alarmen. Sabemos que asegurearlo es fuerte. Pero todavía más comprobarlo, verlo con tus propios ojos. Da cosita. A Marc Giró le dará un parraque, sin dudas. Venga, allá vamos: la clave es cómo han vuelto de vacaciones a sus respectivos programas de televisión, uno a TV3 y el otro a Cuatro.
La cosa va de pelos, que no de melenas. No miren el tejado, vaya, que aquí la barba es el elemento que comparten ambos comunicadores. Barba poblada y de un color blanquecino, con las canas a la vista. Cruanyes dejaba de teñírsela el mes de julio, y con el transcurso de las vacaciones su aspecto cambiaba radicalmente. El caso de Mejide es diferente: desaparecía de antena con una pelusa incipiente, pero nada hacía presagiar que se trataba de una transformación sólida y futura. Parecía más el cansancio laboral y/o el hartazgo por el jaleo sobre su vida privada. Un sencillo abandono capilar, y punto. Pues no. Ya tenemos la respuesta.
Risto Mejide, reaparición con cambio radical, parece mayor
Risto reaparecía unas horas en el 'Todo es mentira' con un look más que sorprendente. Que sí, que solo se trata de la barba, porque las gafas y el pelo (poco) cortísimo vienen de serie, pero la longitud, la densidad, el color o vete a saber el qué de su faz lo convertían en una persona totalmente diferente. Ha causado impacto, también debate. Acumula elogios de sus incondicionales, pero también algunas pullas que, ciertamente, no van demasiado desencaminadas. "Aparenta 10 años más", le dicen.
Mejide impacta, elogios y críticas
Lo que es bien seguro es que la barba hace mayor. Avejenta. A algunos los deja en maduritos interesantes, como Toni Cruanyes, en otros casos la línea se traspasa de largo. Y el contador de la edad del DNI se dispara. Además, hay barbas y barbas. De aseadas, de bien recortadas, cuidadas e hidratadas... y después, el resto. Cada uno que interprete lo que quiera. Las bromas, claro, protagonizaron la reaparición de Risto Mejide en el plató de Mediaset. Bromas un poco tramposas, no querían hacer sangre con el jefe. Por si acaso. Pero en Twitter, o en X, por no hablar de Instagram, la cosa va más fuerte. "Feo", por ejemplo. Lisa y llanamente.
Sea como sea, un detalle: Risto Mejide todavía no ha cambiado su imagen de perfil en sus redes. Allí continúa anclado en el pasado. ¿No confía demasiado? ¿Volverá a sus orígenes?