El amor va por barrios. Que le pregunten a Laura Escanes y Risto Mejide: cuando una parecía haber encontrado la pareja definitiva y el amor auténtico, el otro soñaba con tener todo lo que su ex exhibía sin ningún miramiento. Y en un abrir y cerrar de ojos, patapam. El calcetín se ha girado y ahora es Mejide el enamoradísimo y comprometido, y Escanes la que intenta digerir de la mejor manera un porrazo sentimental antológico. El de Mediaset ha acelerado a fondo con la farmacéutica y exmodelo manchega Natalia Almarcha, mientras que la de TV3 ha partido peras con el cantante Álvaro de Luna. Cosas que pasan.
También son cosas que pasan que, en cuestión de semanas, se haya producido una transformación radical en el comportamiento de Natalia. De ser una persona que sentía aversión por la exposición pública e inherente a la popularidad y estatus de su pareja, a gritar alto y fuerte que está hasta las trancas del publicista, con todo lo que conlleva. Publicaciones en redes, photocalls, apariciones en ocasiones especiales. Quién te ha visto, amiga. Parece que está aprendiendo rápidamente el oficio de celebrity. Incluso tiene una cuenta secreta en Instagram, que ya no es secreta. Es la que dedica al gran desconocido, su "bebé". Kairo. Tiene cerca de un año y medio y todos los cumplidos y cuidados de su mamá.
Kairo no es un bebé humano, no. Es un perro. Uno de raza exótica, un shiba inu japonés. Se parece a un zorro, es pequeño y muy caro. No lo adoptas en un refugio de animales, y todavía menos siendo un cachorrito de cortísima edad. Si Almarcha no ha visto el nacimiento del animal ha sido de milagro. "¿Cómo no te íbamos a escoger en ti con esa carita?", escribió sobre él al llegar a casa. Después celebraría el tercer mes de Kairo, con pastelito, velas y sombrero de fiesta. Incluso le ha regalado una sesión de fotógrafo profesional. Es su criatura. Alguna vez lo ha enseñado, pero lo podemos contemplar en toda su magnitud en la cuenta oculta de Almarcha en Instagram: sigue las huellas del perro de Esperanza Aguirre o de la Nala, la perrita de Alexia Putellas. Cánidos influencers, por qué no.
La novieta del presentador, quien hoy cumple 49 años (ella tiene 27) ha hecho doblete esta semana en las revistas y programas de actualidad rosa; primero acompañándolo en "el día más importante de su vida" (un poco atrevido), cuando le dieron el premio Antena de Oro. Después ha salido fotografiada mientras paseaba al perro. Un "asalto" a su intimidad que no le ha molestado, no. Como salía el animal, necesita un babero: "Oye, qué guapo sale mi bebé". No sería el comentario de alguien que siente angustia por las cámaras y los textos periodísticos. Le va la marcha. El apellido le va al pelo.