La TV infantil tiene tres épocas, la antigua, con Los payasos de la tele, la mejor que es la de los 80-90, con Barrio Sésamo, Espinete, Dartacán, Willi Fogg, El Dr Slump y Son Goku, y esto de ahora: un caos de TV temáticas sin personalidad (Boeing, Clan, Disney, CS3...) con dibujos animados mal hechos las 24 horas. De las dos primeras épocas hay un elemento común, la familia Aragón. Miliki era el payaso favorito de los niños (¿Cómo están ustedeeeees?). Y sus dos hijos Emilio Aragón y Rita Irasema hacían TV en la segunda época, la de las privadas. Milikito se hizo multimillonario con Ni en vivo ni en directo, VIP Noche o Médico de familia y RitaIrasema presentaba La merienda con su padre, anunciando Burger King para que los niños se reventaran las arterias con patatas fritas. Aquella chica ahora es una mujer de 70 años, apartada de los medios para acercarse a Dios y perjudicada por una enfermedad.
La hija de Miliki decidió alejarse de las cámaras hace dos décadas, aunque a veces hace apariciones esporádicas como en Youtube, en el canal religioso Refugio Zabala TV. Hará 70 años en enero que viene y, desde hace 20 vive una discreta vida familiar lejos de la TV y centrada en su fe religiosa, cosa que siempre ha manifestado de manera abierta. Ahora se abre sobre su dolencia: "Estoy enfermita. Tengo la cara hinchada porque tomo ahora unos yogures. por una cuestión de dieta que tengo que llevar. Eesto significa que he pasado por mucho, por un trasplante autólogo de médula ósea y más cosas. Ahora estoy en un período de remisión, aunque tengo otra cosa también seria. Pero estoy muy tranquila porque, además, mi familia y mi hermano me ayudan mucho... y mis hijos, ni te cuento". Tiene tres hijos uno de los cuales es famoso, el actor de Compañeros Manuel Feijóo (Luismi en la serie).
¿Pero por qué dejó la tele Irasema? Por la fe. Por la religión. Por la llamada de Dios. Tal como explicaba a la Cadena SER, “A mí me iba muy bien en la vida. Pero desde que tenía unos 15 años siempre fui muy infeliz por un vacío muy grande. Hasta que no pude más y la Virgen me respondió. Poco a poco, el Señor me fue dando algunos detalles y signos, personas que me hablaban de la alegría de ser cristianos”. Después de pasar por una depresión en los años 90, y tal como explica a La Vanguardia, “Nadie se daba cuenta, yo no sabía lo que me estaba pasando. Hasta que llegó un momento, pasados siete años y como no había médico que me arreglara, entré a una iglesia y la Virgen me dijo ’tú sigue, haz lo que te diga”. Irasema confiesa que el tema le viene de lejos: "Amaba mucho a Dios desde pequeñita. Pero después, la televisión demanda mucho, te exige mucho, y me aparté un poco. Hasta que hubo un punto de inflexión que yo solita, casada, con hijos y en televisión, me pregunté si era capaz de abandonarlo todo por seguir a Jesús. Me contesté que no. Estaba en un desierto espiritual. Hasta que un día decidía que ya no podía más". Ahora tiene un problema serio de médula. Que se recupere.