En el mundo del crimen, hay una lección que unos ladrones aprendieron de la manera más inesperada: nunca subestimes a Dolph Lundgren. Años atrás, en la tranquila Costa del Sol, España, un grupo de individuos encapuchados se aventuró a robar lo que pensaban que era una mansión común y corriente. Pero lo que encontraron dentro cambió el curso de su plan. Imaginen la escena: individuos encapuchados irrumpen en una lujosa mansión, reduciendo a una mujer mientras ingresan ilegalmente a la propiedad. Su objetivo era claro: saquear la casa y desaparecer sin dejar rastro. Pero la sorpresa llegó cuando se toparon con fotografías del mismísimo Iván Drago, el temido rival de Rocky Balboa en 'Rocky IV'. Dolph Lundgren, con su imponente estatura y musculatura, no es precisamente alguien a quien quisieras encontrarte en un callejón oscuro.

El encuentro que los dejó temblando: la lección que nunca olvidarán

Según se cuenta, uno de los ladrones reconoció al actor y, temiendo las consecuencias de enfrentarse a él, decidieron dar media vuelta y huir tan rápido como pudieron. Algunos medios como ‘The Telegraph’ o ‘Diario Sur’ relataron este suceso ocurrido en Marbella en 2009, donde el intérprete, de origen sueco y nacionalizado estadounidense en 2024, tiene una residencia de verano. Un grupo de ladrones ingresó a un lujoso chalet en la localidad malagueña, donde maniataron a una mujer de nacionalidad extranjera, y la intimidaron para que revelara la ubicación de joyas, dinero en efectivo y otros objetos de valor.

Mientras husmeaban por la casa, uno de los ladrones se detuvo frente a unas fotos personales de Dolph Lundgren y exclamó con sorpresa: "¡Pero si este tío es mi ídolo!". Probablemente lo reconocía de películas como la ya mencionada 'Rocky IV', 'Soldado Universal, ‘Masters del Universo' o ‘Los Mercenarios’. En ese preciso instante, la perspectiva de enfrentarse al sueco de dos metros, experto en artes marciales, los llenó de temor. "Vámonos, porque como aparezca este aquí...”, se dice que murmuró uno de los delincuentes. No obstante, no se marcharon con las manos vacías. Consiguieron hacerse con 600 euros en efectivo y un botín de joyas, incluyendo pendientes, cadenas y relojes.

La advertencia silenciosa de un hombre de acción

A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional, los culpables de los delitos nunca fueron identificados ni llevados ante la justicia, permaneciendo en libertad y sin enfrentar las consecuencias de sus acciones. Según cuentan allegados a la familia, la esposa de Lundgren en ese momento, Anette Qviberg, quien comparte con él dos hijos, quedó profundamente afectada por este traumático evento. Como medida de precaución, Lundgren reforzó la seguridad en su residencia española. Sin embargo, nunca más se volvió a registrar otro intento de asalto en su hogar.

La lección aquí es clara: robar a Dolph Lundgren no es una buena idea. Su presencia, tanto en la pantalla como en la vida real, es suficiente para disuadir incluso a los criminales más temerarios. Y para aquellos que aún duden, que recuerden la lección aprendida por aquellos desafortunados ladrones en la Costa del Sol: enfrentarse a Iván Drago es una apuesta que nadie quiere perder.