Hoy es un gran día para el Barça. Robert Lewandowski ha sido premiado con un nuevo galardón, este muy especial para él. El delantero culé ha sido obsequiado con la Bota de Oro, una distinción que se le da al máximo goleador de las ligas europeas en competición doméstica. Ya se apuntó el trofeo Gerd Müller en la gala del Balón de Oro y ahora se lleva la Bota de Oro gracias a sus 35 goles en la Bundesliga. Traducidos en 70 puntos, estos le han servido para colocarse en el top de grandes goleadores y poder hoy recoger el premio en la Fàbrica Estrella Damm de Barcelona. Antes lo hacía Leo Messi, ahora él.
La diferencia entre uno y otro es abismal. Casi con la misma edad, uno va para arriba y el otro para abajo. Además, en los discursos se demuestra el grado de integración de cada uno: mientras Leo con décadas aquí no lograba articular una sola palabra en catalán, Robert sí que lo hace, o al menos se esfuerza. Sorprendiendo a todos, Lewy ha cogido el micro y ha empezado los agradecimientos en castellano, pasándose por momentos al catalán. Su acento aún deja mucho que desear, pero es normal. Llegó en julio y aún le falta mucho para adaptarse a la cultura catalana al 100%. Eso sí, nos ha encantado que diga aquello de "més que un club". Menos de un cuatrimestre ha tardado Lewandowski en poder pronunciar unas palabras en catalán. Fenomenal. Mágico, como sus goles.
El Barça reacciona
Aunque Robert ha ganado la Bota de Oro gracias al Bayern de Münich y no gracias al Barça, el equipo azulgrana está de enhorabuena. El CM del club, tras cagarla en anteriores episodios, ha estado hoy muy fino. "Imposible no quererlo", ha escrito acompañado de corazones azules y granas. Un tuit que rápidamente se ha disparado en cuanto a número de visitas y de likes. Magnífico, Robert, vale la pena escuchar el corte: "Estoy muy contento en Barcelona, estoy también a gusto. Estoy seguro que el próximo año será muy bueno. Barcelona es más que un club. Para mí es muy importante dar las gracias a mi esposa y a mi familia". Lo dicho, mucho mejor que Messi. Más labia, más gracia, más ganas y más guapo.
¿El gesto de la cocaína?
Hoy, Robert Lewandowski estaba pletórico, pero ayer se marchó del campo de Osasuna hecho un manojo de nervios. El ariete polaco fue expulsado por doble amarilla y, de camino al vestuario, aún en el tapete verde, realizó un gesto muy polémico. Se puso la mano en la nariz y se pasó el dedo por los lados haciendo muecas. Dicen que podría ser el gesto de esnifar coca o de imitar a Vikie El Vikingo, nunca se sabe. Aunque él da otra explicación: “El gesto que hice no iba dirigido al cuarto árbitro sino que era para Xavi. Habíamos hablado de que si nos sacaban una amarilla tuviéramos cuidado con la segunda". Para gustos, colores. Lo cierto es que le pueden llegar a caer hasta cuatro partidos.