Robert Lewandowski es un delantero 5 estrellas. Tiene 34 años, ha ganado prácticamente todo, pero de hambre va hasta arriba. Cada vez que salta al terreno de juego lo demuestra. Hay días más afortunados y acertados que otros, pero el talento, el esfuerzo y el liderazgo no se discuten. Su llegada al F.C.Barcelona ha sido una jugada sensacional de Joan Laporta. Ahora bien, los críticos y oportunistas de siempre no le dan ni un minuto de margen, y todavía menos de tregua. La principal acusación, el sonsonete de "es viejo". Alucinante. Ya nos gustaría a muchos llegar a la "vejez" en las mismas condiciones que el ex del Bayern y el Borussia.
Jugar en el Barça no es nada sencillo, la presión es gigantesca. Tienes que ser muy fuerte psicológicamente para soportar campañas, ataques y delirios diversos. Robert lo es, no hay que detenerse demasiado en este aspecto. Ni Gil Manzano y su fobia por rascarse la nariz podrá con él. Su fortaleza también se manifiesta en el físico. Con la camiseta azulgrana puesta quizás no se nota tanto, pero cuando se la quita... madrededios. Un Hércules.
Robert Lewandowski, un Hércules de 34 años
La disciplina del jugador culé es realmente encomiable, se prepara cada día como si fuera un juvenil, pero con el bagaje y la experiencia de un auténtico rey del fútbol. Que tenga 34, 35 o 37 años parece solo una cuestión numérica, su complexión rebate lo que pone en su carnet de identidad. Los "viejos" también saben jugar al fútbol, es más, tenemos el ejemplo de Leo Messi o Cristiano Ronaldo como máximos exponentes. Solo los más atolondrados pueden poner en cuestión su grandeza por una particular concepción del edadismo. Si a eso le añadimos un cuerpo trabajadísimo y unos músculos de acero, no puedes más que reír con el despropósito. Por si alguien tenía aún alguna duda, por remota que fuera, Lewandowski se ha encargado de desmenuzarla hasta a la mínima expresión. Atención a su última publicación, es muy bestia.
La foto de Lewandowski en el gimnasio que deja de piedra
Robert se ha fotografiado de esta manera en el gimnasio, levantando pesos y poniéndose a punto para seguir agrandando su leyenda en el Barça y en la selección polaca. Los fans se han quedado de piedra y sus detractores se han hecho chiquitines, achantados por la magnitud del espectáculo. 185 centímetros y 81 kilos de auténtico hierro, mejor chocar con un muro que contra Lewandowski en el área pequeña. La red alucina, y es normal. Lo que no es normal es el '9' azulgrana.
Ojalá tengamos RL9 para mucho tiempo... y muchos éxitos.