Un festival y una carnicería. Telecinco ha vuelto a chocar contra el muro infranqueable del 'Pasapalabra' de Roberto Leal, ahora con el 'Ya son las 8' de Sonsoles Ónega tomando el relevo del 'Sálvame Tomate'. La franja de las 8 de la noche es inexpugnable, una quimera para Paolo Vasile y los suyos. Nada funciona: ni la parte más 'golfa' del programa de Jorge Javier Vázquez, ni concursos como 'El Precio Justo' o 'Alta Tensión', ni capítulos de series turcas o especiales del reality 'Secret Story', ni cómo ha quedado reflejado en los datos de la empresa Kantar Media, la versión vespertina del 'Ya es mediodía'. De acuerdo, el estreno de Sonsoles hizo cifras dignas, pero la diferencia es abismal: casi 10 puntos. El de Antena 3 fue el programa más visto del día con 2.761.000 espectadores, firmando la segunda edición más seguida de la temporada con un 22,1%. Mientras tanto en Mediaset el estreno se quedaba en un 12,8%. Vaya, que mejoró por bien poco los registros de la semana anterior con las peripecias de la casa de Guadalix de la Sierra.
Una guerra como la que mantienen los dos grandes rivales televisivos no permite valorar estos resultados de forma tibia. No. Telecinco está quemando recursos de todo tipo y no hay manera de hacer disminuir el efecto destructor de la apisonadora de 'El Rosco', antigua joya de la corona de 'la cadena amiga'. Por lo tanto, sólo se puede hablar de fracaso. El enésimo. Si Ónega podrá mantener su propuesta en antena durante mucho tiempo está por ver, pero los antecedentes no invitan a pensar en una vida demasiado larga. Además el debut tampoco ofreció nada nuevo a la audiencia. Más bien la dejó descolocada durante buena parte del programa, con el ritmo atropellado y algunas ocurrencias un tanto extrañas del programa de Unicorn Content, productora de Ana Rosa Quintana. Por cierto, hablando de AR, reapareció en televisión después de anunciar que sufre cáncer de mama, en el que fue el momento emotivo del estreno. Pero ni así hicieron sombra a Antena 3.
Es evidente que hay muchas lecturas para analizar la situación, y que una de las primeras es poner la excusa de los nervios del primer día. Porque sí, había. Y traspasaban la pantalla. Sonsoles tiene ya una gran experiencia en Telecinco, no sólo con el 'Ya es mediodía', sino que incluso la probaron en formato de reality con 'La Casa Fuerte'. No salió bien parada de aquella aventura. Pero dicen que 'lo que no mata engorda', o dicho de otra manera, de todo se aprende. O no. La presentadora iba perdida, sobreexcitada, intentando hinchar un globo con un agujero como una catedral. La audiencia es soberana y decide qué funciona y qué no, y quizás de aquí a unas semanas nos sorprende y gira la tortilla. Si eso llegara a pasar, saquen la cabeza por la ventana porque seguramente vean vacas volando y todo tipo de fenómenos extraños. Las posibilidades de que se produzcan estos milagros son exactamente las mismas.
Son días de flores y violas en Antena 3, acostumbrados durante años a mirar de lejos a su competidor. Han conseguido pasarles la mano por la cara tantas veces que hemos perdido la cuenta, y el griterío de felicidad en Atresmedia se oye a kilómetros. Por eso hemos querido aprovechar la presencia en la entrega de los Premios Ondas en Barcelona del presentador del concurso, Roberto Leal, para saber de primera mano cómo está viviendo esta situación y este éxito. Y se ha mojado. Antes hablábamos de efecto apisonadora, pero también lo podríamos llamar efecto Roberto Leal. Un toque mágico que el andaluz con familia política catalana descarta por completo. Es pura humildad: "No creo en ello. Los programas están por encima de los presentadores, te llames cómo te llames. 'Pasapalabra' ha funcionado con otros y con grandes nombres. ¿Que la competencia intente colocar un programa que funcione? Es lógico. Ojalá llegué el momento, porque hay muchos compañeros trabajando allí que son mis amigos también, que encuentren algo que las dé para mantenerse". Un señor, sí.
Lo que queda claro es que este día todavía es lejano. Y dudamos de que la respuesta sea Sonsoles y su magazín refrito. El tiempo nos dará la respuesta.