Ferran Adrià es uno de los genios que tenemos en nuestra casa que se han convertido en universales. Es uno de los mitos vivientes sin discusión, lo que hizo en El Bulli es historia de la gastronomía, de la cultura, de la humanidad. Su innovación, su mente imaginativa, su talento entre fogones, su creatividad y su legado a una pila de chefs que han venido después que él es inalcanzable. Venerado merecidamente, maestro absoluto, sus platos, obras de arte, permanecen para siempre en la memoria de aquellos que algún día tuvieron la suerte de ir a su icónico restaurante de la Cala Montjoi a disfrutar de un menú degustación.
El emblemático restaurante, abierto entre 1962 y julio de 2011, ahora reconvertido en museo gastronómico, El Bulli1846 de El Bulli Foundation, fue conocido internacionalmente por su tarea e innovación gastronómica, distinguido con cuatro estrellas Michelin y considerado el mejor restaurante del mundo los años 2001, 2006, 2007, 2008 y 2009, fue uno de los locales más carismáticos e imprescindibles de Catalunya durante todo el tiempo que estuvo abierto. Listas de espera de más de un año, y un acontecimiento para los comensales cada vez que llegaba el día que por fin se podrían sentar en sus mesas y maravillarse con los platos salidos de la mente privilegiada de este visionario... Pero se ve que para un presentador, y chef como él, no es suficiente. ¿De quién hablamos? De David de Jorge, conocido televisivamente como Robin Food, que ha presentado diferentes espacios de cocina en la pequeña pantalla y que cuando lo cancelaron dijo: "‘Robin Food’ era un programa fresco, divertido e irreverente a tope. Para chulo mi pirulo. Que venga alguien y lo iguale, si tiene huevos”. Ya se ve la finezza que gasta.
Y es que en una entrevista para la Cadena SER se ha quedado a gusto. Y no después de haber comido en El Bulli. Unas palabras donde a pesar de valorar la importancia de aquel restaurante y la cocina de Ferran Adrià, ha ido dejando bofetadas a mano abierta: "ahora está como súper de moda reivindicar el paso por El Bulli. La gente va allí a ver las inscripciones de los nombres y todas estas movidas y yo estoy súper orgulloso de no haber ido al Bulli, joder"... Curioso motivo de orgullo. Hay más: "Esto seguramente sea un titular para ti, pero es que es cierto. A todo el mundo se le llena la boca y realmente yo soy consciente de la aportación y de lo que ha significado Ferran Adrià para la gastronomía del siglo XX, pero igual que ha hecho mucho bien también ha hecho mucho mal. Yo es lo que opino".
Un Robin Food que habla después de haber ido a comer allí, pero ha dejado caer un elogio envenenado. Una de cal y una de arena. La de cal: "Y yo estoy súper orgulloso de haber estado en su casa comiendo, de haberle conocido, de conocer a gente que ha pasado por esa gran casa que es El Bulli, pero", y aquí viene el pero, la de arena, "también estoy súper orgulloso de no haber estado allí y de ser hijo del sofrito, del rascar el culo de la cazuela y de no saber manejar un sifón. Que manda cojones, pero qué quieres que te diga con 53 años recién cumplidos, te lo digo como lo siento con todos los respetos para Ferran y para lo que significa la corriente bulliana y toda esta movida, que es acojonante, pero...pero yo estoy en la memoria de Hilario y de otras casas tan acojonantes como elBulli", sentencia en referencia a Hilario Arbelaitz, chef del restaurante 'Zuberoa' en Oiartzun (Guipúzcoa).
El chef, hace poco, ya se quedó a gusto hablando de Masterchef Celebrity, diciendo que no lo han invitado nunca, ni falta que le hace, porque considera que “Son unos lilas. Allí van los cocineros estrellados con su sifón debajo del brazo y yo soy cocinero de delantal, sartén y cabeza de ajos, un poco como ese jabalí que se mete en la ciudad y hociquea en los contenedores de basura dejando todo hecho un cristo. No soy nada cuqui, así que hacen bien en no llamarme”. Quizás alguien le tendría que decir a De Jorge que Ferran, para hacer todo lo que hizo con la cocina de vanguardia, antes mamó mucha cocina de sofrito y rascar el culo de la cazuela, como él dice, y que siempre ha defendido la grandeza de la cocina tradicional.