Telecinco vive dos realidades: lo que pasa en los programas y lo que pasa en los tribunales. Si en GH mientras hacían la edición VIP un juez imputaba a un concursante por violación dentro de la casa, en Supervivientes mientras la concursante estrella, Rocío Flores, es asediada por "gorda" fuera se publica la sentencia que la condenó por maltrato continuado a su madre, Rociíto Carrasco. Si Rocío Jurado levantara la cabeza quemaba Telecinco.
El digital que está revelando página a página los 2000 folios de la sentencia explica nuevos detalles. Escribe Nacho Gay en Vanitatis cómo la hija de 15 años denunció a su madre por maltratarla y Rociíto tuvo que ir al cuartel de la Guardia civil, no esposada pero si traumatizada:"Rocío Carrasco declinó la posibilidad de declarar. Su pareja, Fidel Albiac por el contrario sí lo hizo. Negó haber presenciado los hechos enjuiciados". Reparto de papeles: madre traumada, padrastro de la niña declarando contra la menor.
Rociíto consiguió que se condenara a su hija aportando peritajes psiquiátricos y su declaración según recoge la sentencia: "Rocío Carrasco declaró ante el juez que su hija se encaraba con ella permanentemente desde que cumplió los 12 años y que la situación en casa era insostenible, porr lo que había necesitado ayuda psiquiátrica". Quien tenga hijas de 12 años sabrá hasta qué punto una discusión puede acabar en órdenes de alejamiento a la niña. En casa de los Albiac-Carrasco fue así.
El psiquiatra de Rociíto declaró en el juicio que el trastorno psiquiátrico de su paciente se debía a la mala relación con su hija de 12 años. Ahora la niña tiene 23 y se afana por sobrevivir en una playa de Telecinco llena de chonis. Y la madre calla esperando que las sentencias judiciales hablen por ella. Pero a quien deja en mal lugar la sentencia no es a la niña. Continuará.