El episodio 10 de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' giró en torno al protagonista más frágil de la trama: David Flores, el hijo pequeño del exmatrimonio, que sufre el Síndrome de Angelman. Rociíto alimenta el relato demoledor contra Antonio David Flores con la figura del joven de 22 años, con quien tampoco se habla desde hace años. Su situación, evidentemente, es diferente a la de la hermana Rocío, pero el tratamiento ha acabado siendo similar: Carrasco lo utiliza como arma arrojadiza, y ajusta cuentas con su padre y su entorno más próximo: la esposa, Olga Moreno. Es la segunda ocasión en la que se despacha a gusto contra ella, actualmente concursando en 'Supervivientes': en la primera ocasión le llamó "asquerosa" y confesó que los menores tenían piojos por su culpa. Eso, sin embargo, queda en una minucia después de lo que ha explicado durante el último capítulo del documental.
El estallido de Carrasco se produjo después de que el programa recuperara una portada de revista en la que Moreno afirmaba: "para los hijos de mi marido no soy su madre, soy su salvación". Aquí empezaba una revancha sin compasión: "no tiene vergüenza. Le ha venido bien hacerse la madre coraje para sacar beneificio económico". Eso era tan sólo el aperitivo de lo que estaba por venir. "Es otra sinvergüenza, cómplice de Antonio David. Ha sido imprescindible para que se me ocasionara el mal". Rocíito rebate uno de los episodios más sórdidos de su relación con su hijo David, y que Antonio David y Olga repitieron en platós de televisión: que la madre no quiso saludarle durante una de las vistas judiciales por la custodia: "cuando me encuentro con mi hijo en el Juzgado, Olga coge al niño y empieza a darle besos y a volverle la cara para que no me vea". La maniobra la hizo saltar contra ella. "Iba a por ella literalmente y mi abogado lo evitó. Sabía que íbamos a tener un problema gordo". Y destapa el engaño: "es mentira que ella se levante, como ha contado en el Deluxe, y me diga: '¿en serio que no vas a saludar a tu hijo?'". Carrasco deja una frase contundente para la historia: "no tiene coño. No tiene lo que tiene que tener para después de lo que ha hecho, se levante y me diga a mi ni esto". La sentencia se ha convertido en viral, como pasó con el "perro no come perro" dirigido a Lequio.
Rocío tiene claros los objetivos a destruir por todas las vías posibles. Y Olga Moreno es uno de los principales. Sobre todo por su relación íntima con su otra hija. David, desgraciadamente, parece ser sólo una vía más. La guerra es total y cruel.