Es casi imposible encontrar en el archivo una foto de los tres hijos de Rocío Jurado juntos: la biológica Rociíto Carrasco y los dos adoptivos Gloria Camila y José Fernando. Desde que murió "la más grande" que las familia se ha roto en mil pedazos y Terelu Campos, íntima de Rociíto revela por qué en el testamento la Jurado privilegió la hija mayor, heredera universal, discriminando a los dos pequeños, que recibieron mucho menos: sólo la legítima, a lo que obliga la ley. Las hermanas y el omnipresente Fidel Albiac juntas en una foto:
¿Qué es una familia? Lo que queda después de repartir una herencia. Terelu justifica por qué su amiga Rociíto se queda con casi todo: en el programa Huellas de Telemadrid hace unos meses: "Rocío Carrasco se queda sin padre ni madre mientras que sus hermanos se quedan con un padre torero con colchón económico. Amparó a la hija huérfana".
Cuando Rocío Jurado muere le cuestionan sus últimas voluntades. Pero Terelu hace de médium e interpreta qué quería la folclórica muerta, marginar a los adoptados. "Cuando Gloria Camila y José Fernando llegaron, Rocío ejercía más de segunda madre que de hermana. Los niños, Gloria Camila y José Fernando, eran muy pequeños, tanto que Gloria y su hija Rocío Flores se han criado juntas, como hermanas y no como tía y sobrina".
Tía y sobrinos en la foto juntos y felices, son amigos mientras la madre de los pequeños y hermana de Gloria Camila, Rociíito, pasa de todo el mundo y no se habla con nadie. Especialmente inexplicable es que abandone a su hijo David, que sufre una discapacidad. Hacen falta muchas Terelus para blanquear la situación. Y por si fuera poco Antonio David y Sálvame diciendo que Ortega Cano es homosexual. Rocío Jurado, muerta (a disgustos).