El vínculo entre Rocío Carrasco y su hermana adoptiva, Gloria Camila, siempre ha sido objeto de especulaciones, pero recientes declaraciones de la joven han puesto en evidencia el complejo y frío trato que recibió en su infancia. Como hija adoptiva de Rocío Jurado y José Ortega Cano, Gloria Camila ha decidido hablar sobre este tema para expresar su apoyo a Isa Pantoja, quien ha revelado los episodios más oscuros de su juventud, vinculados al trato que recibió de su madre, Isabel Pantoja, y su hermano adoptivo, Kiko Rivera.
Gloria Camila llegó a España en 1999, cuando solo contaba con tres años, acompañada por su hermano José Fernando, que tenía seis. Ambos fueron adoptados por la reconocida cantante Rocío Jurado y el torero José Ortega Cano. Conociendo de primera mano lo que implica ser adoptada, Gloria ha querido mostrar su apoyo a la hija de Isabel Pantoja. “He seguido de manera resumida lo que ha estado pasando con Isa estos días. No sé si es cierto o no, pero si ha tenido una experiencia dolorosa, claramente la apoyo y le envío mi cariño. Al final, eso es algo que hay que trabajar poco a poco”, expresó en una entrevista concedida tras el estreno de The Crazy Hole Party. Y agregó: “Pienso que hay mucha gente que adopta para que se vea lo buenas personas que son, y otra gente que adopta porque así lo siente; al final, es un amor que se da de verdad y se siente, no hay que hacer diferencias ni nada'”.
Un trato distante desde la niñez
Por otro lado, aunque Gloria Camila, nacida en Colombia, comentó que, a diferencia de Isa Pantoja, sus padres siempre la consideraron como una hija más, desde su infancia sintió una notable falta de afecto por parte de su hermana. Mientras que públicamente Rocío Carrasco mantenía una postura educada y cordial, en privado las actitudes frías y el trato distante no pasaban desapercibidos para Gloria. Aunque la pequeña había sido recibida en la familia con grandes muestras de amor, pronto empezó a notar que, por parte de Carrasco, ese cariño no era genuino. Las actitudes de Rocío, según fuentes cercanas a la familia, no mostraron la calidez ni el apoyo que una hermana mayor podría ofrecer a alguien que había pasado por el proceso de adopción.
El desprecio que ha llevado al distanciamiento total
Además, la hija de Ortega Cano reveló que su trato con Rociíto siempre estuvo marcado por el silencio y una barrera emocional difícil de romper. Para la joven, cada gesto y mirada de Carrasco reafirmaban que ella era simplemente “la adoptada”, nunca considerada una hermana en el sentido más auténtico de la palabra. Según Gloria, Rocío Carrasco no solo evitaba crear lazos de cercanía, sino que su frialdad acabó transformándose en un desprecio notorio.
De hecho, en la mencionada entrevista, la hija de Rocío Jurado y Ortega Cano lanzó un dardo envenenado y sentenció a su hermana al afirmar que, si bien sus padres siempre se preocuparon por hacerla sentir parte de la familia, “por otras personas sí se había sentido excluida”. Aunque no mencionó a nadie en particular, su respuesta fue clara al ser interrogada sobre si su amor por Rocío Carrasco era incondicional. Con firmeza, respondió: “No se puede querer algo que nunca has tenido”.