La historia de amor de Rocío Carrasco y Antonio David Flores fue corta. Según está relatando este días en la serie documental de Telecinco, pasaron del hechizo del enamoramiento al infierno en cuestión de pocos años. Infidelidades, violencia, manipulación, mentiras... Carrasco ha abierto el grifo y la porquería chorrea descontrolada. Mientras hubo el amor, sin embargo, se dejaron llevar por la juventud y la ingenuidad. Ella sólo tenía 18 años cuando se quedó embarazada de su primera hija, Rocío Flores, o sea que nos podemos imaginar su grado de madurez. Una chica que pensaba que eso que estaba creando con el entonces guardia civil era para siempre. Y en un ramalazo de pasión, hicieron una de las típicas cosas de las que te arrepientes toda la vida si las cosas no van bien: tatuarte. Una marca en la piel para recordarlo hasta la muerte. Para lo bueno... y para las miles de cosas malas que le han pasado al lado (o en la distancia) de Flores. Un 'tatu' pequeño y relativamente discreto en la espalda, la firma perversa del pasado. Lo ha llevado durante mucho tiempo como una cruz.

Tatuaje antiguo de Rocío Carrasco / GTRES

Rocío Carrasco y Antonio David cuando eran pareja / Telecinco

Ahora bien, aquel dibujo ya no está. O mejor dicho: ha quedado aplastado y borrado por otro diseño. Uno gigantesco, imponente y con mensaje. El ave fénix que resurge de sus cenizas cubriendo media espalda de Carrasco es la gran metáfora que estos días tiene más sentido que nunca. El tatuaje, además, ya es famoso: lo vimos en el 'Lazos de Sangre' de TVE y se ha convertido en el protagonista del docu de Telecinco "Rocío, contar la verdad para seguir viva". Al lado de este diseño, aquel 'tatu' de juventud con una mariposa es nada, una inmundicia. Ha acabado como el resto de recuerdos de su relación con Flores, al que nombra como "ese ser": no guarda alianzas, ni fotos de boda, ni cualquier rastro de su unión: "las tiré por el W.C.. Tiré de la cisterna y se las llevó el agua". Desgraciadamente para sus hijos Rocío y David, parece que su relación ha ido a parar al mismo lugar. Y eso es lo más triste.

Rocío Carrasco tatuaje / Telecinco

Rocío Carrasco / Telecinco

Rocío intenta tapar las secuelas de su relación con Antonio David Flores. Y tiene muchas: heridas abiertas, algunas cicatrices y un tatuaje. Está en el camino de borrarlas todas.