Rocío Flores vuelve a protagonizar una nueva polémica. Hacía tiempo que no se hablaba demasiado de la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores. Su nombre salió recientemente por la ruptura de su padre con la reportera Marta Riesco, pero poca cosa más. Nada que ver con el huracán mediático de la denuncia de maltrato realizada por su madre, y en la que ella y su progenitor salieron mal parados. Bueno, quizás no tanto: la joven de 26 años aprovechó la polarización y el interés mediático para crecer de manera fulgurante en redes sociales, hasta rozar los 800.000 followers. Son muchos, y las marcas se la disputaban a cambio de ganancias suculentas. Su estrella ha ido a la baja, va perdiendo fieles semana tras semana, pero de momento no sufre. El negocio es lucrativo. Ahora bien, que vigile. Porque podría haberse metido en un lío cinco estrellas.
Uno de los motivos de la pérdida de seguidores sería la promoción de una empresa de cosméticos que vende sus productos con descuentos jugosos. Pero tiene trampa: para acceder a la rebaja tienes que entrar en una rueda. Un mecanismo que se ha visto muchas veces y que hace dudar, la captación de nuevos embajadores. Este es su trabajo, ha captado a 100. Y eso le suponen ganancias de las que se vanagloria en redes: 1.000€. Lo hace tan bien que la han nombrado como directora. Un ascenso meteórico, el de Rocío.
El problema es que los usuarios acusan a este negocio de formar parte de una estafa piramidal. La web de la marca de origen turco, dedicada también a la venta de otros productos de cuidado personal, hogar y decoración, asegura que "ofrece una gran oportunidad de negocio, donde puede ahorrar cuando compra, ganar más cuando vende y ganar aún más creando su propio equipo". Una descripción que, cuando menos, invita al escepticismo. En este entorno es donde la nieta de la Jurado ha hecho fortuna, haciendo entrar en la rueda a grupo numeroso de sus incondicionales. Hace meses que hace campaña, ha metido a su novio y todo, Manuel Bedmar. Parece que la cosa funciona. Ahora bien, las críticas y los comentarios que ponen en duda el negocio no las lleva bien. Se sube por las paredes.
Así ha reaccionado a las acusaciones de estafa: "Paso olímpicamente... para empezar básicamente, el sistema piramidal en España está prohibido". Sí, claro. También están prohibidas otras cosas, y oh sorpresa, siguen pasando cada día. Como argumento no parece concluyente. "Estaría bien que las personas se informarán y revisarán la ley. Y el multinivel está legalizado". Mejor así, entramos en otro terreno más específico. Ahora bien, tampoco va más allá. Prefiere quejarse por lo que considera una nueva cacería contra ella: "Que tenga que estar justificándome a estas alturas de lo que hago o dejo de hacer me parece surrealista. Estoy acostumbrada".
Rocío Flores y la polémica, siempre de la manita.