El mundo está descubriendo (si no se lo olía ya) que Antonio David Flores es un personaje oscuro y turbio. El testimonio de Rocío Carrasco en Telecinco es absolutamente demoledor, si bien es cierto que todavía no ha sido condenado en los tribunales como maltratador. Eso sí, ha sido sentenciado profesional y socialmente, cuando menos por una gran parte de la opinión pública. Rociíto ha encogido el corazón de millones de espectadores, aunque algunos pasajes del relato provoquen dudas. Los pocos defensores de Flores insisten: la verdad de Carrasco no es la verdad absoluta. Pero más allá de lo que piensen tertulianos, medios o incluso políticos, lo que no ha conseguido ni da la impresión que conseguirá es recuperar la relación con sus hijos, Rocío y David Flores. Especialmente con la primera: la hija de 24 años no ha dejado ni un momento de apoyar a su padre (y su mujer Olga, a la que considera una madre). Sus gestos, actos y palabras son inequívocos: ha escogido bando en esta guerra.
Las muestras de su posicionamiento son constantes desde que estalló el escándalo. No abandonará a su padre en su descenso a los infierno y, si procede, ofrecerá su testimonio cuando la docu serie de 12 capítulos llegue a su fin. Que la madre pierda toda esperanza de ablandar su corazón, al menos a través de esta denuncia pública tan impactante. El ejemplo más elocuente es comprobar las actitudes de la joven durante la tormenta, toda una declaración de intenciones. Hay quien espera que desfallezca, pero parece que este extremo es lejano e improbable: cuando más llueve sobre Antonio David, más fuerte es su unión. Como se ha podido ver frente a las numerosas cámaras que los persiguen las 24 horas del día, esta vez en la estación del AVE de Málaga. El hombre volvía de Madrid después de reunirse con su abogado para estudiar acciones legales contra su expareja, y para recogerlo allí estaba ella. El abrazo y los besos entre ambos fueron efusivos y con mensaje, como hemos podido ver en 'Lecturas'.
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Dicen en Telecinco (quizás como estrategia para seguir arañando décimas de audiencia, que empieza a debilitarse) que los episodios de este miércoles serán de los más fuertes de la trama. Parece, sin embargo, que no logrará el objetivo final: el de alejar a los hijos del padre y hundirlo definitivamente. La estrategia, si es que es esta, hace aguas.