El culebrón familiar de los Flores-Carrasco parece no tener fin. Según rumores recientes, Rocío Carrasco y Fidel Albiac podrían haberse casado por segunda vez en una boda secreta, lejos de los focos y con la intención de preservar una exclusiva millonaria. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención es la ausencia de los hijos de Rocío, Rocío Flores y David Flores, quienes se han convertido, una vez más, en protagonistas para mal. Las relaciones familiares siguen rotas, y todo indica que, si la boda no se ha hecho ya, cuando se realice, los hijos tampoco asistirán.
Un segundo "sí, quiero" en el centro de la controversia
A principios de verano, estalló la noticia: Rocío Carrasco y Fidel Albiac estaban planeando casarse por segunda vez, pero esta vez, lo harían por la iglesia. La noticia dejó a todos boquiabiertos, ya que Carrasco había expresado en varias ocasiones que casarse en Chipiona sería muy doloroso para ella. Sin embargo, fuentes cercanas aseguran que la boda podría haberse celebrado ya. Medios como ‘Informalia’ han revelado que "hay comentarios no confirmados según los cuales la boda ya se ha celebrado", y lo que más ha sorprendido es el silencio absoluto de la protagonista. Al intentar ponerse en contacto con Rocío Carrasco, la respuesta fue un rotundo mutismo, lo que ha disparado los rumores de una exclusiva millonaria que la pareja estaría negociando.
Al parecer, el enlace habría sido planeado para coincidir con una fecha especial: el aniversario de su primera boda, el 7 de septiembre, y cerca del 18 de septiembre, el que hubiera sido el 80 cumpleaños de su madre, Rocío Jurado. Pero la verdadera bomba de esta boda no está en la ceremonia o en la lista de invitados, sino en los grandes ausentes: Rocío y David Flores, los hijos de Rocío Carrasco. La tensión entre madre e hijos ha sido objeto de múltiples titulares en los últimos años, y su ausencia en este enlace no ha pasado desapercibida.
Rocío y David Flores: el eterno conflicto con su madre
La fractura entre Rocío Carrasco y sus hijos comenzó en 1999, tras su tumultuosa separación de Antonio David Flores. Desde entonces, la batalla por la custodia de Rocío y David fue el primer capítulo de un drama familiar que parece no tener fin. La relación entre madre e hijos se deterioró aún más cuando, en 2016, David Flores decidió pasar las vacaciones con su padre y nunca regresó para la boda de su madre con Fidel. El distanciamiento entre Rocío Carrasco y sus hijos no solo es emocional, sino que también ha tomado un giro legal. Uno de los puntos más conflictivos fue la demanda que Antonio David Flores presentó en nombre de su hijo David, lo que llevó a un juicio en el que Rocío Carrasco fue condenada a pagar una suma considerable por el impago de pensiones alimenticias.
Este episodio fue la gota que colmó el vaso y dejó claro que la relación entre Rocío Carrasco y sus hijos está prácticamente rota. En este contexto, no resulta sorprendente que ni Rocío ni David hayan asistido a la boda, si es que esta ya ha tenido lugar. Aunque algunos medios siguen especulando sobre una posible reconciliación en el futuro, lo cierto es que la relación parece irreparable.