Antonio David Flores ha hablado. Ha sido su primera gran entrevista desde que estallara el escándalo por el documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' en Telecinco. La hizo a través de un directo en Youtube, donde mantuvo una conversación extraña, pesada, pero que, evidentemente, deja titulares llamativos y agresivos. En la diana, dos elementos principales: uno, evidentemente su exmujer Rociíto. El otro, la productora 'La Fábrica de la Tele' del tarraconense Óscar Cornejo. Entre la exguardia civil y sus entrevistadores, totalmente a favor de su versión, se defendió de las acusaciones sin olvidarse, claro, de atacar y profundizar la herida. La cita creó una expectación mayúscula: miles de espectadores la siguieron en directo, a pesar del retraso respecto del horario previsto, los soliloquios intranscendentes, etcétera. Y entre todos ellos, una muy importante: su hija Rocío Flores. La joven hizo lo que no hacía con su madre: seguirla con atención.
No sólo la siguió, también dejó constancia en las redes sociales con una reacción que es el golpe definitivo a su madre. Si quedaba algún resquicio para pensar en un posible acercamiento, lo tapó con hormigón. Ya sabíamos que su defensa del padre era incondicional, pero que lo haga mientras destrozaban a Rociíto es palmario. "Agradecida", escribía en un stories dedicado a los youtubers afines a la causa, y remarcaba: "gracias por dar una opinión objetiva de todo". Objetiva, qué curioso. El clan Flores se ha quejado durante la emisión de la serie de manipulación y falta de objetividad, pero cuando cambian los papeles, aparece de sopetón. Horas más tarde, una vez acabada la charla dejaba otra palabra: "Increíble", felicitándose por el gran seguimiento en redes. Revelador.
Haría bien Rocío Flores en distanciarse, de unos y de otros. Si no quiere polvo, que no vaya más a la era. El lodazal es cada vez más viscoso y se tragará a más de uno. No hacía falta. Esta historia hace tiempo que si se tiene que resolver, ha de ser en el ámbito privado. Como sus felicitaciones añadiendo más gasolina al incendio.