La entrevista Rocío encara la recta final. De los 13 capítulos Telecinco ya ha emitido siete. La audiencia está siendo buenísima pero decreciente. Las cuatro noches han ido perdiendo dos puntos cada una: 30%, 27%, 25% y la última noche del miércoles un 22% aproximadamente ya que se dividió en dos partes. La primera hizo 17,5% y la segunda 25,3%. El interés sigue siendo muy alto y el capítulo siete de trece fue uno refrito de momentos ya vistos: el hijo de brazo roto y los miedos nocturnos de la hija. Rociíto despachó con menosprecio a otro miembro de la familia, la madrastra Raquel Mosquera, con un "Miente y no hablo con ella". Otra.
El programa pasó de puntillas también sobre eso. Ningún familiar de Rocío Carrasco se habla con ella. Ni sus padrastros, ni sus hermanos, ni sus tíos y, por supuesto, ni sus hijos. Rocío Carrasco no dirige la palabra a su hija y, lo que todavía no ha explicado, tampoco a su hijo, que sufre una discapacidad. No lo explica porque es inexplicable. Así que mientras el chico no puede hablar, la chica, Rocío Flores, le envía otro mensaje a su madre a través de Instagram por el capítulo 7: un mensaje muy claro con esta foto:
La hija adulta de Rocííto consigue un folletón, se supone que publicitado de una floristería, con un lema que quiere hacer público por Instagram: "La vida, mejor con flores". Un evidente juego de palabras para dejar claro que a pesar de todo lo que sigue contando su madre en Telecinco, la hija no se la cree y está mejor con los Flores, la familia de su padre. Rocío y David Flores han sido cuidados por la mujer y la madre de Antonio David. A pesar del monstruo que está pintando Telecinco, que puede ser cierto o no, eso cada cual, Rocío Flores Carrasco, que lo ha vivido todo, apoya al padre y deja claro que se siente Flores. Rocío Carrasco se siente Albiac. Y la Jurado, muerta.