Rocío Flores Carrasco, hija adulta de Rocío Carrasco y Antonio David Flores, es, paradójicamente, la gran silenciada estos días de Telecinco. La Fábrica de la Tele lleva quince días hinchando el globo de la entrevista a Rocío en 13 capítulos y no han dado voz a la gran víctima: su hija. Le negaron entrar en antena cuando llamó a Telecinco. Después de estrujar a la chica en GH VIP y en Supervivientes, ahora les molesta para su relato único. Feo. Así que una chica de 24 años está hundiendo toda la estrategia de Telecinco.
En el último capítulo de Rocío, la madre ataca a su exsuegra, la abuela paterna de su hija. Rocío Flores ha reaccionado colgando una foto en instagram cogiendo de la mano a la anciana madre de Antonio David.
En otro momento de la noche temática Rocío, la hija de la Jurado se reivindica de buena madre. ¿Qué ha hecho su hija tras escucharlo? Cuelga otra foto con la mujer que sí le ha hecho de madre, Olga Moreno, la segunda mujer de su padre:
Dice Rocío Flores "Ahora sí, comienza tu aventura, disfruta de los Cayos Cochinos al máximo" y un corazón. Abrazos en la puerta de casa. Una imagen preciosa de madrastra e hijastra, o de madre e hija. Cuando la justicia condenó a la menor a una orden de alejamiento de Rociíto por agredirla, madre e hija no han vuelto a verse excepto en un juzgado. La niña de 15 años la pegaba. Quien le ha hecho de madre es Olga, que ahora se va a Honduras para concursar en Supervivientes. Estocada final a Rocío Carrasco y a Telecinco, que está vendiendo una historia a medias, sin dejar hablar a la hija de Rocío.
Telecinco dibuja un cuento mal escrito, porque en la realidad la madre es la mala y la madrastra es la buena, visto desde la perspectiva de los hijos cuando eran menores, que todo el mundo entiende que son el máximo interés a proteger. Antonio David era adúltero, agresivo y un marido lamentable. Pero de los menores, quien se ocupó fue Antonio David y, sobre todo, una tal Olga Moreno, su mujer. Telecinco echa a Antonio David pero a su esposa ya la tiene en nómina, en la isla y en el plató. Paolo Vasile puede ser cínico, pero no imbécil.