Han pasado más de 15 años desde que Rocío Jurado falleció a causa de un cáncer en su casa de Madrid, acompañada por los suyos. Desde entonces la familia permanece enfrentada por la herencia. En estos últimos años, Rocío Carrasco se ha quedado totalmente sola, pero ahora ha roto su silencio y ha empezado a explicar los verdaderos motivos de muchas cosas que sucedían alrededor de la más grande.
Con ‘El precio del silencio’, Rocío Carrasco está desarticulando a toda la familia. Rocío Jurado se casó con el boxeador Pedro Carrasco, con quien tuvo una hija, pero el matrimonio no funcionó y decidieron separarse. Después se enamoró con Ortega Cano, su última pareja, con quien tuvo una relación estable y dos hijos adoptados: José Fernando y Gloria Camila. La pareja les adoptó en Colombia, pero ahora son muchos los periodistas que están poniendo el proceso en entredicho.
Gloria Camila / MEDIASET
¿Irregularidades en el proceso de adopción?
Según las últimas informaciones, Rocío Jurado tenía miedo de Antonio David Flores porque tenía una información muy jugosa que podría perjudicar a José Fernando Ortega. Tal y como aseguran varios periodistas en Telecinco, la adopción de su hijo podría haber sido un tanto “irregular”. No obstante, no hay pruebas de este atrevimiento.
Rocío Jurado quería mucho a sus hijos y dejó todo bien atado para que nunca les pasase nada malo. Sin embargo, los Mohedano no estaban conformes con el reparto de la herencia y por este motivo los cimientos familiares empezaron a tambalearse.
José Fernando / agencia
A la cantante nunca le gustó Antonio David Flores, sin embargo lo aceptó y no se interpuso en su relación con su hija precisamente por el respeto y cariño a Rocío Carrasco. Parece ser que el ex guardia civil podría haber amenazado en su momento a la artista y al torero con la adopción de sus dos hijos.
Rocío Carrasco podría esclarecer este tema, pero asegura que no va a hacer daño a sus hermanos, a quiénes quiere con locura, aunque no tengan relación