El seguidor número 1 de VOX es camerunés y se llama Bertrand Ndongo. No es representante político ni concejal ni diputado, pero no será porque el chico no se esfuerce en hacerse un hueco en la cueva facha. Su adhesión al ideario ultra españolista es enfermiza, y merecería un estudio científico para determinar qué es lo que no funciona dentro de su mente. Si en VOX hay un carné de puntos, el chico ha batido el récord. Es tan pelota, tan reaccionario y tan simple que sólo puede ascender en la organización. Y acaba de sumar 5.000 puntos más gracias a la diosa facha Rocío Monasterio.

Rocío Monasterio Europa Press

La lideresa madrileña de la extrema derecha es el ideal de mujer de Ndongo. "Esposa, trabajadora dentro y fuera de casa, madre, así se representa con dignidad a las mujeres". ¿Cómo llega el camerunés a esta reflexión? Fácil para él. Difícil para el resto del mundo. Bertrand hace la ola después de ver el vídeo de Monasterio (la arquitecta más sospechosa de España) tocando la guitarra a su hija. Más que tocar, se tiene que decir que perpetra "Romance Anónimo", uno de los temas clásicos del repertorio español. Es igual. Ndongo ha entrado en éxtasis, y hace cabriolas y genuflexiones frente a la diputada autonómica, alabándola y lamiéndola porque "no estás en pelotas por las calles a gritos de soy feminista". La reflexión es tan burda y pobre que sólo ha podido recoger lo que merece: una pila de bofetadas.

Bertrand Ndongo @bertrandmyd

Monasterio cuida mucho a sus chiquillos, pero a otros menores, directamente, se los pasa por el forro. Sin embargo, el fan ultra dice: : "Estas son las mujeres que han cambiado y seguirán cambiando las cosas en nuestra sociedad". Viendo el currículum de Rocío, que compite en extremismo con su marido, Iván Espinosa de los Monteros, sólo las puede cambiar a peor. Por cierto, dicen que la música "amansa" a las fieras. En el caso de Ndongo, las excita.