Hacía días que Víctor Amela no se ponía en ningún fregado tuitero, pero a un comentario en Twitter del periodista de Catalunya Ràdio, Roger de Gràcia, ha saltado rápidamente dispuesto a no rehuir una buena trifulca en las redes. ¿El detonante? La sentencia del TJUE declarando la inmunidad de Junqueras. Galleta a la justicia española en toda regla. Muchos de los que habitualmente se llenan la boca con que si hay que cumplir la ley, ahora esconden la cabeza bajo el ala cuando no les interesa lo que dice la justicia europea. O pasan de puntillas, como lo que hemos visto en muchas televisiones. O directamente no dicen nada. Y el director y presentador del Estat de gràcia ha echado de menos a algunas voces que ahora callan como misa.
El periodista catalán aguza el oído, pero lo único que escucha es, como diría el sabio Rivera o los Simon & Garfunkel, el sonido del silencio. El silencio de habituales atizadores oficiales del procés:
Oyen eso? es el silencio de Victor Amela, Maruja Torres, Antonio Maestre, Mongolia...
— Roger de Gracia (@mindundi33) December 20, 2019
La revista Mongolia o Maruja Torres no han dicho ni mú. Amela sí.
Fiel a encontrarse con quien le busque, el periodista se muestra partidario de acatar las leyes... al mismo tiempo que aprovecha para soltar un sopapo, flojo e impropio de alguien como él, según le recuerda con ironía De Gràcia:
A favor de la ley, catalana, española, europea. Siempre.
— VÍCTOR ACARAMELA (@amelanovela) December 20, 2019
Son leyes por democráticas.
No como la de Transitorietat.
Zzzzzzz...opinió a remolque y treient uno y tú más".
— Roger de Gracia (@mindundi33) December 20, 2019
Flujo, flojo...
Después de este comentario, Amela tira de sarcasmo para dedicarle al periodista de Catalunya Ràdio: "A petición suya, señor. Siempre a sus pies". Pero si Amela va fuerte, De Gràcia no se queda atrás: "No hace falta. Sólo con que fueras igual de rápido en comentar actualidad jurídica brutal como en comentar rumores de acoso lingüístico, ya lo tendríamos". Juego, set y partido (de momento) para un Roger en estado de gracia.