Las estrellas de TV3 no todas son ricas. Ser un presentador entre los más conocidos de la cadena no asegura tener la vida asegurada, y mucho menos si no eres fijo de la casa. Te contratan y te dejan de contratar. Es el caso de Roger de Gràcia. Pasó de ser el niño mimado de TV3, a quien daban no solo programas caramelo como Cazador de palabras donde se lució como nunca, sino que presentaba desde Galas nocturnas de El cor de la ciutat, bien acompañado, al programa estelar de TV3, La Marató o los especiales por los 30 años de la cadena. Para los 40 años ni lo invitaron. Roger de Gracia siempre cumplía. Los últimos años hizo el programa de tardes de Catalunya Radio, Estat de Gracia que fue cancelado por mala audiencia, y en TV3 presentó Batalla monumental pero ya no más. Tiene un podcast en Catalunya Radio y trabaja para Julia Otero, su descubridora en La columna, en Onda Cero en castellano.
Roger de Gràcia se divorció de su mujer, la actriz Agnès Busquets de Polònia con quien tienen un hijo de 14 años, Pep de Gràcia. Como si fuera un juego, los graciosos Gracia vivían en el barrio de Gracia. Una vez divorciado, Roger se buscó un piso más pequeño de alquiler en Barcelona en la calle Escorial 150, un quinto con ascensor por 900 euros. Según cómo, una ganga. El mercado inmobiliario, especialmente el de Barcelona, es una selva. Los pisos buenos desaparecen y los baratos acostumbran a esconder alguna trampa, como un propietario tacaño. Es el caso de Roger de Gràcia. Ahora que se marcha, reclama que le devuelvan la fianza, que era solo de una mensualidad. Y los dueños no solo se niegan sino que le reclaman al doble, 1750 euros por repintar todo el piso. Este es su piso, que ahora deja, arriba de todo de Escorial, por encima de la Clínica del Remei:
EL (NO) RETORNO DE LA FIANZA
— Roger de Gracia (@mindundi33) October 2, 2024
Capítulo 2
Pasados los 30 días, la propiedad ha decidido que no me devuelve la fianza de 900 euros. Es más, me pasa un presupuesto donde yo le tengo que pagar a ella. Palmo. pic.twitter.com/0QTT8G0qt7
Roger de Gràcia pierde la fianza y tiene que pagar 850 euros más hasta llegar a los 1750 del coste de pintura de todo, de las paredes a las puertas. Como cuelga el presupuesto en redes, los dueños del piso para evitar el alboroto rectifican y le envían al cabo de 2 horas un nuevo presupuesto porque legalmente no pueden exigir al arrendatario que devuelva el piso repintado. Tiene que devolverlo en buen estado con el desgaste normal del uso. Segunda reclamación, ahora por los desperfectos, que no decían nada en el anterior presupuesto: "arreglar cerradura del buzón y nuevas llaves, masillar agujero pared comedor, enchufes cocina, masillar 2 habitaciones". Roger perdió las llaves del buzón e hizo agujeros en el comedor y en las habitaciones, se supone que para colgar cuadros o espejos, y los enchufes de la cocina saltaron, quizás por alguna tostadora quemada.
LA FIANZA
— Roger de Gracia (@mindundi33) October 2, 2024
CAPÍTULO 3
La propiedad, viendo el alboroto, rebaja sus peticiones y ahora ya "solo" quieren eso: pic.twitter.com/WmIPpb5FYh
Y apelant a no sé qué sentimiento nacional extraño supuestamente compartido, ahora escriben en catalán
— Roger de Gracia (@mindundi33) October 2, 2024
El según presupuesto ya es, como mínimo, en catalán. El Cazador de palabras está más contento: no lo estafan, paga solo los desperfectos, o se lo descuentan de la fianza y lo lee en su idioma. Un final menos penoso. Adiós Escorial 150, 5.º, 2.ª. Los que lo quieran ya saben que el piso está en alquiler. Y podrán decir aquí vivía Roger de Gràcia.