Roger Pera es uno de los grandes actores de Catalunya. El hijo de Joan Pera tuvo muchos éxitos en la TV, como Poble Nou el primer culebrón de Tv3, o al teatro musical. Recordadísimo su Hermanos de sangre. Precisamente en el teatro se supo de su adicción en las drogas. Tuvieron que suspender una obra donde él actuaba porque no se presentaba. Por un problema de adicción. Ahora ya está felizmente recuperado pero su imagen es bien diferente.
Después de tantos problemas de salud ahora está cuidado pero ofrece una imagen muy cambiada, muy inflado, pero recuperado. A los 49 años tiene una nueva vida, más sana, y ha explicado en un libro toda su experiencia. Conviene leerlo.
Entrevistado por En Blau explicó: Es mi primer libro y me gusta que me digan que es como si estuviera hablando yo. He sudado tinta escribiéndolo, pero tenía claro que quería hablar abiertamente de mi adicción a la cocaína. Quería decir en las cosas tal como son, porque a mí no me las explicaron tal como son. Si yo hubiera sabido todo lo que sé ahora, lo que me podía pasar, los episodios que he tenido que pasar, estoy convencido de que no lo hubiera hecho. Quería dejar claro que la historia de mi vida no es triste. Tiene momentos complicados, por el personaje que me creé, un gilipollas, pero quería explicarlo con sentido del humor. Nada es trascendente, todo se puede cambiar".
De la adicción dice: La primera raya, muchos lo hacemos, aquella época en la cual queremos probarlo todo. Todo empezó a ir mal cuando le dije a mi padre: 'Me parece que tengo un problema con la cocaína'. Él me dijo: 'Quieres que hagamos alguna cosa'?. Y yo le dije: 'Espera'... Este momento de negación es clave para que me pasara todo el que me pasó después. Trabajaba mucho, mucho, y después me premiaba. Hasta que acabé consumiendo cerrado a casa, con paranoias, que es lo más triste y lo peor del mundo".
¿Qué recuerda de aquel día D? "Aquel momento se me ha quedado grabado. Es una de las fotos que no quiero nunca más en mi vida. Salí descalzo, a la calle, en batín y pilotas. Cuándo haces un tratamiento siempre te dicen: 'Tienes que guardar fotos, fotos que no quieres más'. Y yo, enseguida pensé: 'Ya la tengo'. Esta imagen la llevaré|traeré siempre conmigo, y todavía se me pone la carne de gallina. Ahora lo empiezo a ver lejos y hablo mucho, pero la recuerdo y, soplido...".
Acaba diciendo: "Ahora soy el actor que soy y la persona que soy, gracias a todo lo que he vivido. Gracias a Dios le he dado la vuelta. Estoy agradecido por haber podido cambiar mi vida. ¿Soy un apasionado por la vida, entonces, por qué me veía a veces cerrado en una habitación matándome? Me siento muy amado por todo el mundo, los padres, los hermanos, la profesión... tenía ganas de volver con creces toda esta estima que me han dado".