Magia en el Poble Sec de Barcelona. Rosalía, la cantante catalana más internacional, hizo inmensamente feliz a un grupo de chiquillos en torno al restaurante italiano Xemei, uno de los más famosos de la ciudad. La Motomami cenó en el establecimiento y provocaba el éxtasis. Las niñas que se la encontraban cara a cara no se lo podían creer. Obviamente, pidieron a su ídola fotografías, firmas y contacto: era una ocasión única y no la querían desperdiciar. A cambio, Rosi recibió afecto a espuertas e incluso una demostración artística de primera línea... y más catalana que el pan con tomate: se trataba de las miembros más jóvenes de la colla castellera del Poble Sec.
El encuentro no fue del todo casual. Betevé ha hablado con la madre de una de las criaturas, que explica cómo surgió. Una de las niñas la vio entrando al local y avisó por teléfono a sus amigas, que estaban ensayando. No dudaron ni medio segundo y se plantaron allí. Rosalía cenaba en la terraza custodiada por un miembro de seguridad. En este caso, sin embargo, no hacía falta protección: se levantó inmediatamente para atender a las jóvenes fans. "Ella vino a nosotros. Es muy bonita". La ilusión se refleja perfectamente en este vídeo, colgado por la colla castellera. También la de la cantante, preocupada porque el rotulador no escribía correctamente y no quería dejarlas sin el tesoro que habían venido a buscar.
Rosalía hace felices a un grupo de niñas castelleras en el Poble Sec
La guinda del pastel fue la exhibición "privada" que regalaron a la futura esposa de Rauw Alejandro: le enseñaron cómo hacían pilares, maravillando a Rosalía. "Enviadme las fotos", reclamaba la cantante, totalmente entregada. El grupo casteller escribe esto sobre la experiencia, perfectamente documentada con fotografías diversas y que dan gusto: "Gracias, @rosalia, las pequeñas no han dormido, pero la emoción y la sonrisa les durará semanas". La cantante ya se ha hecho seguidora de las bandarras, han triunfado.
Pilares, fotos, autógrafos y emoción a raudales. Rosalía es una reina
Estos gestos son los que hacen que muchos consideramos a Rosalía como una reina y la embajadora catalana que merece este país. Habrá quien la critique, quien la considere un producto de marketing e incluso quien rechace lo que hace, lo que dice y lo que no dice. No nos encontrarán en este pelotón, ni mucho menos. En una época dominada por las marcas, los intereses comerciales y el negocio, Rosalía sigue manteniendo vivos determinados valores. Y uno de ellos es sentirse orgullosa de su origen, de su país, la lengua y la cultura. Los castells son una pequeña muestra. Las palabras de hace unos días en el Primavera Sound de Barcelona (no como Serrat), otra. Y lo que está preparando musicalmente también: una nueva canción en catalán, ha dicho en RAC105. La segunda después del pelotazo de 'Milionària'. Sí, se puede cantar en catalán y petarlo fuerte.
La Rosalía, ayer, hoy y siempre.