Todo el mundo habla de la ruptura sentimental entre Gerard Piqué y Shakira, y es natural. Han sido durante 12 años la pareja más famosa, querida y seguida del panorama rosa en Catalunya. La separación y el alud de informaciones en torno a esta decisión tan drástica ha entristecido a una buena parte de la población del país. Pero ya saben aquello de 'Dios aprieta pero no ahoga': unos sufren, pero otros ríen y son muy felices. Concretamente otra pareja supermediática y de enorme interés en Catalunya y en el resto del mundo: Rosalia y Rauw Alejandro.
La catalana y el de Puerto Rico disfrutan de una relación que parece ir de fábula. Las muestras de afecto, de pasión y de admiración entre ambos son más que evidentes. Se complementan, se entienden, parecen estar hechos el uno para el otro. Son afortunados, y una buena muestra de ello es repasar las imágenes y vídeos que han ido compartiendo durante sus vacaciones en el Mediterráneo y en Grecia. Allí hemos visto anillos de diamantes y supuestamente de compromiso, momentos de euforia surcando el mar e incluso una estampa muy curiosa y que ha reventado las redes sociales por lo que algunos intuían en la figura de la de Sant Esteve Sesrovires. Sea como sea, la escapada ha acabado y han vuelto a casa. A una de ellas, claro: a Barcelona.
¿Qué ha hecho este tándem una vez en la capital de Catalunya? Pues salir de fiesta, bailar y divertirse como lo que son: jóvenes, famosos, artistas. Juntos han asistido a una noche de perreo máximo en la Sala Apolo amenizada por Dj Playero, al que Rauw conoce bien porque también es de Puerto Rico. La sesión del pinchadiscos les hay gustado muchísimo, como podemos observar en la grabación que circula por las redes sociales. Bailes sugerentes, picantes, abrazos, besos, sintonía... amor, vaya. Exprimieron la noche a conciencia.
Si se fijan bien en la imagen se observa a Rauw Alejandro utilizando una de sus manos para grabar de muy cerca la danza de su querida Rosalia. Unos vídeos que el propio cantante ha compartido vía stories y que hemos capturado para nuestros lectores de EN Blau. Y sí, imaginamos que se han dado cuenta de qué hacía con la otra mano que no estaba ocupada con el terminal. No hace falta mucha explicación al respecto. Sólo diremos que aquello quemaba y mucho. Como lo que siente el uno por el otro.
Envidia sana, sin duda. No sabemos si se casarán o no, pero que tienen amor y pasión para muchos años, de eso no tenemos ningún tipo de dudas.