Hace un par de semanas que sentimos el runrún sobre la posible reconciliación entre Rosalía y Rauw Alejandro. Tras unos meses de separación, la cantante catalana y su homólogo de Puerto Rico habrían solucionado las diferencias que causaron una ruptura contra todo pronóstico. Y lo decimos porque al margen de la estampa habitual de la pareja, siempre juntos, compenetrados, cómplices y enamorados, llegó a haber una petición de mano, un compromiso de boda e incluso un anillo que lo "garantizaba". Sin embargo, las malas lenguas pusieron sobre la mesa los motivos de la de Sant Esteve Sesrovires para poner fin a la relación, que no eran otros que infidelidades. Rauw siempre las ha negado, pero los testimonios que explican lo contrario no han dejado de aparecer. Con más o menos verosimilitud, pero en todo caso, eran abundantes. Y así Rosi, ni boda, ni novios, ni ná. Malamente.

El tiempo y la distancia habrían actuado como bálsamo sentimental, hasta el punto que no son pocas las voces que aseguraban que el muro entre ellos había caído, que estaban a puntito de caramelo para reanudar su historia. Una fotografía de Rosalía con una fan en Milán, días antes de la celebración de su cumpleaños en París y coincidiendo con la Semana de la Moda de la capital francesa, disparaba las alarmas del mundo del cotilleo y, evidentemente, de la legión de fanáticos de ambos artistas. Rosi volvía a llevar el famoso anillo de platino, diamantes y piedras en forma de trébol que algunas fuentes cifran en 170.000€, y otros lo suben hasta los 600.000. Pero no, no busquen en la mano de la cantante, allí no lo encontrarán. La vista la tienen que fijar en la oreja. Había reconvertido la pieza en un pendiente.

Nuestra superestrella del mundo de la música siempre es original, arriesgada y con un estilo propio difícilmente imitable, pero en este caso la imaginación del personal ha ido más allá. No, el pendiente no es el anillo. Es falso. Tan falso como que Rosalía y Rauw se estén acercando. No hay reconciliación a la vista, ni en el horizonte más lejano. El juego de pistas en forma de joyas y complementos desmonta toda esta tesis, como explica el tiktoker Abel Planelles.

Los famosos pendientes de Rosalía en Milán serían unos rescatadas de su joyero personal, y ya los había llevado en 2019 durante sus actuaciones. De hecho, el diseño de la parte central, la que se ha identificado como la sortija, no tiene nada que ver con el modelo original. Vaya, que es un espejismo. Alguien que le ha querido poner más chicha al relato, fuera por interés, por necesidad o por devoción. En todo caso, la única realidad es que, de real, la historia no tiene nada. No hay marcha atrás.

El anillo de la Rosalía / TikTok
Los pendientes de Rosalía / TikTok