El binomio Rosalía y Rauw Alejandro ya no es nada más que el recuerdo agridulce de una pareja de enamorados. Muy enamorados durante el 90% de su tiempo juntos, con constantes muestras públicas de afecto, pasión y armonía. No importaba que, por motivos profesionales, pasaran tiempo separados. Los paréntesis solo favorecían reencuentros todavía más festivos e intensos, con fuegos artificiales y planes de futuro. Casarse, tener hijos, todo el paquete de la pareja más tradicional, a pesar de la aparente falta de ortodoxia de sus integrantes. Sin embargo, hubo un punto de inflexión, y el amor se evaporó a la velocidad del rayo. La infidelidad de Rauw a la catalana siempre ha sobrevolado el ambiente, aunque él rechace la acusación. Sea lo que sea, el caso es que no hay marcha atrás.

A pesar del comunicado del de 'Todo de ti', en el que no cerraba la puerta a la reconciliación, las vidas de los artistas se han separado en todos los sentidos. En el afectivo, de manera rotunda: Rosalía sale con el actor Jeremy Allen White, mientras que a él le salen rolletes a todas horas. Han pasado página, aunque siempre quedan recuerdos y cabos sin acabar de atar... o de desatar. Por ejemplo, los regalos que se hicieron como pareja. Deshacerse de ellos no es tan sencillo. Sí, puedes coger el anillo de compromiso de 200.000$ que Rauw le compró y meterlo en un cajón para no verlo nunca más. Pero hay otros obsequios mucho más complicados. Y enormes. Y carísimos.

Mas Morera en Manresa / Foto: Isidre Blanc, Viquipèdia

Hablamos de Mas Morera, la finca modernista que adquirieron a principios de 2022 en Manresa. Un espacio singularísimo y de un valor arquitectónico, patrimonial y paisajístico descomunal. 30 hectáreas de terreno, 4.000 metros de edificaciones, piscina, bodega... y una belleza arrebatadora. Rosalía, que pasaba sus veranos de infancia en Manresa en casa de sus abuelos, conocía el lugar. Y cuando lo vio en venta por un precio próximo a los 2 millones de euros, se lo enseñó a su amado. Rauw la compró, por un precio algo inferior, como regalo a Rosi. Sería su nido de amor y de familia en Catalunya. Hicieron pícnics en la finca, colocaron vallas para preservar su intimidad... La idea era hacer reformas interiores para dejarla a su gusto. No hay que decir que la ruptura ha paralizado absolutamente todo. Y que el Mas Morera está, actualmente, cerrado, abandonado y rechazado.

Rosalía y Rauw Alejandro / GTRES

"Acabaré nuestra casita por si te da por volver", le dijo en Rauw en su despedida. No lo acabará. Ya no interesa. Tiene un problema con la casa, principalmente porque está a su nombre al 100%, y porque Rosi no quiere tener nada que ver con él, ni con regalo. De hecho, sus objetivos son establecerse en l'Hospitalet de Llobregat, poner su estudio allí y estar cerca de su familia en Sant Esteve Sesrovires. Lo más fácil y lógico sería venderla, pero el de Puerto Rico no ha dado este paso. Si bien es cierto que no parece que el tema económico le suponga ningún problema, tampoco puede dejar de mantener la propiedad, catalogada y protegidísima, como es natural. Alejandro no puede dejar que se pudra, como su amor por Rosalía. El regalo maldito le hará venir dolores de cabeza, facturas y nostalgia. Ya podían haberse conformado con un tatuaje, sería más fácil de borrar que 300.000 m² de pesadilla.

Mas Morera / Idealista
Mas Morera / Idealista