Vendetta tuitera en TVE. La exdirectora de informativos del ente público durante la época del PP, Carmen Sastre, despedida tras la moción de censura y que perdió un juicio contra la cadena en el que pedía una indemnización de 70.000 euros y ser nombrada como defensora del espectador, es una incansable hater de la nueva etapa en Prado del Rey, con Rosa María Mateo como presidenta y Ènric Hernández ocupando su antiguo puesto de trabajo. Sastre utiliza sus redes sociales para ridiculizar siempre que puede los resultados y los programas de sus compañeros y exsubordinados, así como el trabajo de Hernández, exdirector de 'El Periódico de Catalunya'. Y lo hace, como decíamos, a la mínima oportunidad y con un interés personal, no informativo. Da igual. Llueva, nieve o haga sol. Ella lo hacía mejor.
.@Enric_Hernandez y cía. AYER los TD de nuevo TERCEROS con 440.000 espectadores MENOS q con NUESTRO LIDERAZGO. 225.000 MENOS q Tele5 y 100.000 MENOS q Antena 3. Ni abriendo con la alerta por el tiempo consiguen remontar. #diariodeunacesada pic.twitter.com/BGvWPhTOsB
— Carmen Sastre (@Carmensastre12) 17 de noviembre de 2019
"Enric Hernández y cia: Ni abriendo con la alerta por el tiempo consiguen remontar", ha tuiteado Sastre, comparando los datos de audiencia del 'Telediario' de 2019 con los que obtenía durante su mandato. Y lo ha hecho abusando de las mayúsculas, intentando llamar la atención de la forma más escandalosa posible: "440.000 espectadores MENOS q con NUESTRO LIDERAZGO". También destaca que pierden comba contra las cadenas privadas, sacando pecho de una de las etapas más oscuras y manipuladoras de la historia de TVE, con permiso de lo que hizo el gabinete Aznar el 11-M.
La guerra civil es más vigente que nunca en la cadena pública y sus servicios informativos. Y la teniente Sastre está dispuesta a quemar lo que haga falta para llevarse "la perra gorda". A ella, el trabajo de compañeros como Xabier Fortes o Carlos Franganillo "se la traen al pairo", por no hablar del resto de periodistas de la casa. "TVE, antes rota que roja". Por cierto, que tampoco es que las informaciones de la pública hayan cambiado demasiado, especialmente cuando hablan de Catalunya. Es lo único que tienen en común ambos bandos.