El Carnaval es época de desenfreno, pero no de carta blanca para delinquir. La banalización del Holocausto es apología del odio y perseguible por la Fiscalía. El exterminio de 6 millones de judíos por los nazis sería el último motivo de un desfile excepto en Castilla-La Mancha, en el pueblo de Campo de Criptana, Ciudad Real. Allí una comparsa se disfraza de soldados nazis con metralletas, presos judíos con un disparo en el pecho y uniforme de campo de concentración, un altar nazi con la Puerta de Brandemburgo de Berlín, dóbermans y estética fascista. El vídeo puede herir (de hecho hiere y mucho) la sensibilidad:
Suena la canción Where have you been de Rihanna y las víctimas del Holocausto bailando. El pueblo se lo mira sin saber qué hacer. ¿Es real? Pilar Rahola se indigna y avisa a la Fiscalía: basta de perseguir indepes y pónganse con temas de banalización del Holocausto y de antisemitismo:
Hornos crematorios, banderas de Israel, esvásticas... Llevan meses preparando este desfile. ¿Nadie vio durante la preparación que esto era bazofia?, ¿que ofendería a millones de personas en el Planeta? Pilar Rahola impulsa una denuncia mundial:
Según los presentes, había más: "Entre los disfraces destacan los de varias niñas vestidas con el famoso abrigo rojo de la película "La Lista de Schindler", otros de dudoso con la bandera judía y un disparo en el costado. El Ayuntamiento ha permitido desfilar y hacer el número de "Cámara de gas" en la plaza, llevar crematorios y menores judíos con la Estrella de David". No es Carnaval. Es apología del fascismo. Como no es en Vilanova i la Geltrú, no pasará nada. El escándalo no ha llegado a la prensa española pero sí a la CNN norteamericana: Holocaust-themed Spanish parade with dancing Nazis causes outrage.