En un giro audaz hacia el futuro de la tecnología, Mark Zuckerberg decidió fusionar sus imperios digitales bajo el nombre de Meta, dado que su visión incluía inevitablemente el metaverso, un concepto que está ganando terreno rápidamente en el mundo de la tecnología. Sin embargo, dos años después de este cambio de rumbo, comienzan a emerger datos reveladores sobre el impacto financiero que esta decisión ha tenido en el cofundador de Facebook. El 2021 y 2022 se convirtieron en años cruciales para Zuckerberg y su empresa, con un 'descalabro' financiero que sacudió a los mercados y dejó en entredicho esta audaz apuesta.
El año 2021 pasó a la historia como el año en que Facebook dejó de existir como tal y se convirtió en Meta. Sin embargo, fue también uno de los años más turbulentos en la historia de la compañía. El escándalo que surgió a raíz del juicio con Frances Haugen, quien filtró documentos comprometedores sobre prácticas cuestionables en Facebook, así como una caída generalizada de todas las redes sociales de Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) en un momento especialmente inoportuno, provocaron una caída en picada del valor de las acciones, con una pérdida de casi un 5%.
El desplome de 2022: pérdidas millonarias y caídas en bolsa
Este revés resultó en una disminución de la fortuna de Zuckerberg en 5,165 millones de euros, dejándolo con "solo" 105,039 millones de euros. Sin embargo, esto solo fue el presagio de lo que le esperaba en 2022. Durante ese año, la acción de Meta se desplomó de los 306 dólares en diciembre de 2021 a un mínimo histórico de 90 dólares el 4 de noviembre de 2022. Esta caída se convirtió en el mayor desastre financiero entre los selectos miembros del Índice de Multimillonarios de Bloomberg, haciendo que el patrimonio de Zuckerberg se redujera a 55.900 millones de dólares, la mitad de su valor actual, que es de 106.600 millones de dólares.
A pesar de la recuperación casi milagrosa que Meta experimentó en 2023, con las acciones recuperando su valor hasta alcanzar los 300 dólares por acción, los resultados financieros del primer trimestre de este año pintan una imagen preocupante: la compañía cerró el ejercicio con pérdidas de 3,992 millones de dólares. Esto ha generado dudas entre los inversores, quienes ahora se preguntan si seguirán respaldando a Meta en su ambiciosa transición hacia la realidad virtual o si optarán por plataformas más novedosas y seguras.
El encuentro virtual con Lex Fridman
Sin embargo, el CEO de Meta parece mantener la calma, como si supiera algo que el mundo aún no ha descubierto por completo. En un reciente episodio de un popular podcast dirigido por el youtuber Lex Fridman, Zuckerberg se unió a la conversación y ambos hablaron durante una hora mientras sus avatares virtuales interactuaban con naturalidad, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia. ¿El secreto? Las gafas de realidad virtual Meta Quest 3.
Esta experiencia demostró que el metaverso, aunque haya enfrentado obstáculos, está avanzando en la dirección correcta. El sueño de Mark Zuckerberg de crear un entorno virtual donde humanos e inteligencias artificiales puedan interactuar está cobrando vida. Según datos de Bloomberg, este ambicioso proyecto ha supuesto un coste de 21.000 millones de dólares para su empresa hasta la fecha.