Ruth Jiménez es de las presentadoras más profesionales de toda la TV catalana. No existe ninguna otra cara que haya presentado programas en todas las cadenas: betevé, 8tv, TV3, TVE, Atresmedia y Mediaset. Y siempre lo hace bien. No ha desentonado nunca en ninguno de los proyectos. En TV3 es donde llegó a ser más conocida, de reportera en Qui corre vuela con Juanra Bonet o En directe. Holló la cumbre como presentadora en el magazine Tarda oberta, con la mala suerte que fue cancelado no por mala audiencia sino por problemas económicos de TV3, que no lo podía pagar. Volvió como colaboradora de Tot es mou Ha presentado informativos en 8tv o magazines como Migdia, programas culturales a La 2 como Tips o No disparan al pianista y en La Sexta con Tickets, ha hecho debates aenTelecinco en Las mañanas de Cuatro y un talent-show como El comecocos. Lo último que hizo fue la etapa final de 8tv participando en varios programas. También es famosa como la primera mujer de Risto Mejide y madre de un hijo, Julio Mejide de 15 años. Ahora presenta actos, conferencias o galas mientras prepara su retorno a la televisión. No solo es buena sino que tiene un aliciente imprescindible para gustar: la telegenia. Es una mujer muy guapa y ahora explica que consiguió reponerse de un accidente que le desfiguró la cara.
En una entrevista concedida al suplemento de perros de La Vanguardia, la presentadora catalana ha narrado con todo detalle cómo se seccionó la nariz de arriba abajo, quedándole las fosas nasales al descubierto y el apéndice nasal colgando de la piel. Una imagen que hiela la sangre y le ocurrió antes de ser famosa, cuando era universitaria. Ruth Jiménez: "Yo vivía en Mollet del Vallès y cada día iba hasta Barcelona en tren. En uno de esos trayectos por la calle, un fatídico lunes, me cae un escaparate en la cara y me secciona toda la nariz. Había una mujer que estaba limpiando el escaparate subida a una escalera. Era uno de ésos antiguos, típicos de las perfumerías, que sobresalían de las fachadas y se corrían, se abrían y cerraban con una llavecita, ¿recuerdas? Pues justo cuando pasé yo, al cerrar la señora el cristal, se ve que se desplazó de la guía y el escaparate cayó sobre mi cara. Sentí un golpe muy fuerte pero no fui consciente de la dimensión de aquello hasta que entré en la tienda, que tenía espejos por todas partes. Al verme reflejada, me encontré con la nariz casi rebanada por completo, colgando, sólo se me aguantaba de un trocito, las fosas estaban cortadas, no paraba de salirme sangre. Estuve 400 días de baja, perdí todo el primer año de universidad".
Aparece en el suplemento canino porque explica que sus padres le regalaron un perro para superar el trauma: "Está la cicatriz por aquí, ¿ves? Ya no sólo era el dolor físico, sino el dolor del alma, porque tenía toda la cara desfigurada.Fue horrible. Pasé por muchas operaciones. Primero la reconstrucción, luego las cirugías para poder respirar, para poder tener una nariz, mi nariz anterior. Entré en una especie de bucle de depresión. Yo siempre había deseado tener perro y mis padres nunca habían querido, pero en ese momento tan complicado decidieron traerme uno. Le pusimos de nombre Társila y me salvó la vida. Me la salvó completamente". Los perros y los cirujanos le salvaron la cara y la vida. A los 47 años es una de las caras más amables de todo el panorama televisivo catalán. Y con una nariz bonita.