Ruth Jiménez está relajada. Recibe a El Nacional un día que no se emite Tarda oberta. La actualidad ha hecho saltar el nuevo programa. Casi mejor. El estreno no fue del todo bien y la sensación es que hacían falta más retoques y empezar a la vez que el resto de la nueva parrilla de TV3. Ha sido como televisar los programas piloto, los ensayos. Como si te miran mientras te duchas. Pero Ruth es una todoterreno. Hace años que presenta y se le nota que le gusta. Mucho.

¿Os han tirado en la piscina con dos dedos de agua?

Mírame, aquí tengo un chichón. Pero esto es una carrera de fondo y hay que ir adaptando los contenidos. Tenemos el equipo y el talento. Pero hemos empezado solos, como una isla, como una seta. Queremos que la serie que nos precederá, Com si fos ahir, sitúe el espectador enfocado hacia los temas emocionales con los que estamos empezando. E ir derivando al entretenimiento hasta la traca final: Toni Soler. Será como navegar por un río.

Tú has estudiado para ser coach emocional, enseñas herramientas para alcanzar metas. ¿Qué le dice la Ruth coach a la Ruth presentadora de Tarde abierta?

Que todas las críticas destructivas van a la basura y las constructivas nos las tenemos que mirar para hacer el programa que todos queremos. No nos decimos a nosotros mismos "Estamos haciendo un programa de puta madre". Todavía no lo tenemos. A mí me digo "no te atosigues, sal criticada de casa".

El 90% de lo que sale en pantalla se tiene que trabajar antes en la redacción. El presentador no puede salvarlo todo. ¿Cómo te sientes, sola ante el peligro?

Tenemos que hacer un programa más coral. A mí como espectadora me gusta una tele con muchas opiniones diversas. Lo que mejor nos funciona es la mesa de actualidad donde jugamos con un concurso con  los tertulianos. Quizás nos hacen falta más expertos para que el espectador acabe el programa pensando que se ha entretenido y se ha informado.

¿Se te ha pasado la edad (41 años) de que te pregunten a cuál presentadora  quieres parecerte?

Los comunicadores en los que admiro son los que desprenden naturalidad. A quien admiro profundamente es a Júlia Otero. Ella es primero persona y después periodista y son valores que querría aplicarme. Es un espejo de quien estoy a años luz.

Pues ella empezó en TV3 donde estás tú ahora: haciendo La columna cada tarde después del culebrón...

Ella introdujo el humor después de las entrevistas, los colaboradores incluso se disfrazaban para imitar personajes al invitado. Y ella hacía mesas corales. Aquello hacía audiencias espectaculares, del 25%.

¿Ella no competía con el trueno de Sálvame, vosotros no haréis crónica rosa en Tarda oberta?

Nunca la he hecho. Una vez sustituyendo a Marta Fernández en Las mañanas de Cuatro comentamos una portada de Lecturas. No tengo ningún prejuicio, hace veinte años sí pero ahora mismo podría hacer crónica rosa, como hará Núria Roca en A tota pantalla al mediodía. Todo depende de cómo la trates.

Ruth Jiménez es portada a veces de revistas del corazón, ¿eso te favorece?

Estamos en tiempo de promoción. Las preguntas personales que no quiero responder no las contesto. Tengo un niño de 7 años y pienso mucho en lo que un día podría leer de su madre.
A veces he hablado de mi privacidad pero no tengo miedo, ni nada que esconder. Si me siento satisfecha con mi vida, si soy feliz y me he vuelto a enamorar, ¿ por qué no lo puedo explicar?

Corres el peligro de que te pregunten por morbo de tu exmarido...(Risto Mejide)

Con él tengo un vínculo vitalicio: es el padre de mi hijo. Hemos pasado años maravillosos. Tenemos a Julio pero las parejas se rompen. Hay momentos hostiles en las separaciones pero después todo se pone en su sitio. Él tiene su vida, tiene una pareja, se ha casado. En este tsunami es normal que la prensa te venga a buscar y has de controlar las emociones, no exteriorizarlas.

Me viene en la cabeza un momentazo televisivo y fue con Júlia Otero. Ella se dejó entrevistar por su exmarido Ramon Pellicer en el late-night de TV3 que él presentaba (3D, año 2005). ¿Tú entrevistarías a Risto Mejide?

Yo sí, otra cosa es que él quisiera venir. Claro que lo entrevistaría. Es un personaje interesante. No le preguntaría por su vida privada sino por muchas otras cosas.

¿En Tarda oberta también entrevistarías a alguien como Laura Escanes? (actual esposa de Risto Mejide)

(Se lo piensa mucho) Por? ¿Por qué la tendría que entrevistar?

Por el fenómeno de las instagramers, esa locura de que alguien haciéndose fotos con el móvil se anuncia y consigue cifras astronómicas para promocionar cosas por el hecho de tener muchos followers...

Ya. Yo te digo que cualquier persona que pueda aportarnos un contenido susceptible de interesar al espectador por supuesto que lo entrevistaría. Si dirección lo cree conveniente lo haría.

Lo petarías de audiencia.

(Sonríe)

¿Con el esfuerzo que supone empezar un programa, de cuál de los que has presentado te has acordado estos días?

De todos al mismo tiempo, es como cuando toda tu vida te pasa por delante en cinco segundos. He tocado muchos palos y aprovecho toda esa experiencia. Pero recuerdo un programa hecho en la calle Qui corre vola (año 2003). El público catalán lo recuerda mucho y fue muy duro físicamente.

(Algunos rumores de pasillo hablan que poca química entre los dos presentadores de Tarda oberta. Cuando El Nacional le pregunta por Vador Lladó, responde favorablemente con su espontaneidad habitual)

Defíneme a Vador Lladó.

Optimista, risueño, inteligente, sabe estar. En unos inicios duros, hace falta una persona como él que me ponga los pies en el suelo y anima a todo el equipo. Trabajar con él es muy fácil.

No salís mucho a la vez en antena. ¿No os planteáis salir siempre los dos presentadores juntos?

En principio de momento tenemos roles diferentes, pero el programa está muy vivo. Hemos hecho 2 programas y tenemos que hacer 213 hasta junio. Alguna sección la haremos conjuntamente. Mientras me estás entrevistando hay un gabinete de crisis pensando estas cosas. Me encuentro muy cómodo con él. Tiene una espontaneidad brutal. En la radio lo demostraba y aquí lo acabará demostrando.

Te recuerdo fichando por La Sexta en los inicios cuando no la miraba nadie (Ticket, año 2006). Aquello debió ser muy duro. ¿Tarda oberta es el programa más difícil que has hecho?

Sí. Es una máquina difícil de arrancar. Es el transatlántico mayor que he conducido y por lo tanto: gran responsabilidad y mucha humildad.

Capitana, subiremos a bordo para que nos lleve en buen puerto.