Desde su separación de Gerard Piqué, Shakira no ha dejado de posicionarse entre el público, bien sea por sus hits en la música o por todas las polémicas que surgen constantemente respecto a su ruptura con el futbolista. La cantante ha dejado claro que del amor pasó al odio, y que no quiere saber nada de su expareja y mucho menos de su nuevo amor, Clara Chía, con quien los rumores dicen que Piqué le fue infiel. Lo cierto es que la relación entre ambos no quedó en buenos términos ni siquiera por los hijos que tienen en común.
Shakira vive ahora en Miami con sus dos hijos, pero la casa en la que vivían en Barcelona sigue siendo propiedad de ambos, y ha salido a la luz un extraño hábito que la colombiana ha implementado cuando Piqué visita la casa solo o junto a Clara. Los empleados de la mansión tienen la orden de tirar a la basura todo lo que haya estado en contacto con ellos durante su estadía, no puede quedar rastro de que estuvieron ahí.
Más que las sábanas
La orden cuando la artista va a volver a Barcelona es tirar todas las sábanas, cobijas, cubiertos, almohadas, cojines, mantelería… Todo lo que estuvo en contacto con Piqué y su nueva pareja no debe existir cuando Shakira esté de vuelta. Esto fue revelado en el programa “Espejo Público”, y deja en evidencia el repudio que la intérprete sigue sintiendo por Piqué y Clara. Hay quien asegura que no es tanto el odio lo que la mueve, sino la intención de fastidiar a Piqué y a Clara, y que esta es una de las razones por las que aún tienen una casa en común.
¿Por qué no venden la casa?
Fuentes aseguran que la casa está en venta, y que la cifra a pagar para adquirir el inmueble es de 14 millones de euros. Esto fue comentado por Miquel Valls en el programa mencionado, agregando que el futbolista ha deseado bajarla de precio a la mitad, porque es “el precio real”. Pero es Shakira quien se ha negado. De ahí la conclusión de que la casa seguirá siendo propiedad común por mucho tiempo.
Si el precio está fuera del rango real, tendría que llegar alguien dispuesto a pagarlo, y quién sabe, si lo de Shakira es intencional puede que busque objeciones para no concretar la venta y seguir teniendo un medio directo para “fastidiar” al padre de sus hijos. Este rumor ha estallado en los medios y las redes; hay comentarios a favor y otros que catalogan de “ridícula” la medida. Lo cierto es que la fortuna de Shakira le permite este y muchos otros lujos, y si no quiere comer del mismo tenedor que Clara, puede darse el gusto de comprarlos nuevos cuantas veces lo desee.