Úrsula Corberó se ha convertido en un símbolo de éxito en el mundo del entretenimiento, pero su trayectoria no ha sido fácil. Desde sus primeros pasos en la actuación hasta su meteórico ascenso a la fama, la vida de esta talentosa actriz de Barcelona revela un sacrificio constante y una infancia marcada por la lucha y el esfuerzo. La catalana, famosa por su papel de Tokio en “La Casa de Papel”, ha sido aclamada por su carisma y versatilidad en la pantalla. A pesar de su éxito, muchos desconocen las dificultades que enfrentó en su camino hacia el estrellato. Corberó nació en Sant Pere de Vilamajor en 1989, y desde muy joven mostró una fuerte inclinación hacia la interpretación. Con solo 6 años, comenzó a participar en anuncios publicitarios, lo que marcó el inicio de su carrera. Pero llegar a donde está hoy, requirió mucho sacrificio y pruebas difíciles que junto a su familia supo enfrentar y superar.

Un camino cuesta arriba con mucho sacrificio

Desde joven mostró un gran interés por la actuación, comenzando clases de interpretación y canto a los 12 años. Sin embargo, su camino hacia el éxito no fue fácil. Enfrentó numerosos rechazos y desafíos en sus primeros castings, incluyendo inseguridades por no dominar bien el inglés. A pesar de estas dificultades, Úrsula se mantuvo perseverante, logrando su primer papel en la serie "Mirall trencat" en 2002. Su gran salto a la fama llegó con su papel en "Física o Química" y, posteriormente, con "La Casa de Papel", donde su interpretación de Tokio la catapultó al reconocimiento internacional. Su resiliencia y dedicación la han llevado a consolidarse como una de las actrices más destacadas de su generación.

En 2023, se llevó el prestigioso Premio Ondas a la Mejor Intérprete Femenina por su papel en “El Cuerpo en Llamas”, pero su verdadero triunfo, según ella, proviene de las lecciones y la perseverancia que adquirió durante años. El camino no fue fácil. Para asistir a las audiciones, su madre, Esther, la llevaba en autostop desde su hogar hasta Barcelona, lo que implicaba recorrer más de 60 kilómetros sin coche propio. A pesar de los sacrificios, a menudo pasaban meses enteros sin conseguir un papel, lo que puso a prueba su determinación.

Una difícil prueba en la infancia forjó su fortaleza

Hoy, la actriz es aclamada y querida por todos, pero en su infancia sufrió bullying debido a una condición médica que le generó un retraso óseo de cinco años. Durante su adolescencia, enfrentó dificultades que afectaron su autoestima y su vida escolar, como la llegada tardía de su primera menstruación y el hecho de que sus amigas usaban tallas de ropa mucho más pequeñas que ella. Corberó reveló en una entrevista que su experiencia en el colegio contribuyó a su sensación de no pertenecer. La actriz compartió estas vivencias mientras promocionaba su último trabajo en "El cuerpo en llamas", donde se toma muy en serio el reto de interpretar a Rosa Peral, un personaje complicado y controvertido.

A pesar de sus triunfos y el reconocimiento que ha alcanzado, Úrsula Corberó recuerda de dónde viene. Sus experiencias han aclamado su éxito; una historia que conmueve e inspira a muchos. Así, la dura infancia de esta artista se convierte en un símbolo del sacrificio que a menudo se esconde tras la luz del estrellato. En un mundo donde muchos aspiran a ser como ella, Corberó demuestra que los sueños requieren esfuerzo, dedicación y, a veces, una lucha extraordinaria.