Risto Mejide y Raül Romeva pueden estar satisfechos de lo que han hecho. Porque cuando una conversación entre dos personas, una de ellas presentador de un programa, la otra, un preso político encerrado en la prisión desde hace 574 días, genera una reacción tan virulenta entre la caverna mediática, es que han hecho lo que tocaba. Ladran, luego, cabalgamos. Si el unionismo rancio se queja, es que se va por el buen camino. En un país normal, tendría que ser motivo de orgullo y de sana democracia que cualquier periodista del país pudiera intercambiar opiniones con alguien como el exconseller de Asuntos Exteriores. Escucharlo. Saber qué piensa alguien como él que carece de libertad hace tanto tiempo. Pero muchos medios se han negado a hablar con Romeva. No así el presentador de Todo es mentira.
Pero la maquinaria de basura ha empezado a funcionar. El ventilador gigante de odio ya se ha encendido en Madrid. Empieza el acoso y derribo a Risto Mejide, menospreciándolo y soltando porquería sobre su visita a Lledoners. Primero ha sido el diario El Mundo el que ha acusado al presentador de Cuatro de trato de favor en la prisión al visitar a Romeva, saltándose controles y pasando por delante de otros familiares de presos. Todo es mentira ya ha desmontado una por una las acusaciones. Y ahora le ha tocado al ABC. ¿Quién, si no? Salvador Sostres. El artículo es tan abyecto, tan pasado de rosca, tan cargado de bilis, que incluso sorprende, a pesar de tratarse de quién firma los habituales ataques al independentismo.
El articulista dispara a diestro y siniestro, a Romeva y a Mejide: "hay que ser muy poca cosa para aceptar la entrevista de un impostor como Risto Mejide. Si quieres colar a alguien a la cárcel, que tenga algún sentido. Es muy mal plan que te descubran un trato de favor y que sea por hacerte entrevistar por semejante patán". Sostres no cierra la puerta a los tratos de favor (o cualquier acto al margen de la ley), siempre que tengan grandeza. O lo que él considera grandeza. El ejemplo ilustrativo es asqueroso. Según él, de boca de Serrat. El cantautor le justificó tener amantes siempre que no fueran feas: “Hay que tener amantes hermosísimas, porque si tu mujer te descubre te echará de casa y tus hijas se van a poner de su parte. Cuando pase el tiempo sólo te perdonan si por lo menos pueden pensar: caray, qué bacalao se zampò papá”.
Sostres aprovecha a Serrat para hacer un símil con Mejide, al que tilda de "amante cardo". ¿Y quien come cardos? Los asnos: "hay que ser verdaderamente burro, con el agravante de no darte cuenta de que lo eres, para ir a una cárcel y fotografiarte en la puerta para colgar en Instagram un comentario lastimero. (...) Parodia del artista, jugando a tu postureo de afectación y frivolidad que sólo pretende hacer negocio con la desgracia ajena y surfear cualquier causa que se ponga de moda, por estúpida que sea, para obtener el más rastrero provecho". Sostres, desbocado, a insulto cada dos palabras: "Hacerte la niña tonta en medio de una orgía. Si hasta ahora no habías entendido lo que pasaba es que además de un burro eres un pobre imbécil. Mono de circo que no va a aportar ningún beneficio, ni concreto ni general, ni a Esquerra ni a la Humanidad". Y final por todo lo alto: "parece que la cárcel no os importe y que le deis trato de segunda residencia. Sólo así se puede entender que os juguéis del modo más irresponsable las pequeñas comodidades que podáis tener, sólo para satisfacer el postureo de un analfabeto, mitad petarda de la tele, mitad Narciso desdibujado de concavidad y horterada". La respuesta de Mejide esta tarde en Todo es mentira puede ser de las que hace historia. Mal enemigo se ha buscado Sostres. De momento, dos aperitivos en forma de tuit:
Esta tarde, en TEM, el resto.